El gobierno cubano incumplió en casi un 35% su plan de construcción de viviendas para 2022, a pesar de que su deuda habitacional con la población se elevaba a 862,879 casas en 2021.
El vicepresidente Salvador Valdés Mesa reconoció que "se acumulan atrasos respecto al número de inmuebles planificados para este año", pues "al cierre de octubre se habían terminado 16,985 casas, el 76% de lo previsto para la fecha", citó el portal oficialista Cubadebate.
Del plan estatal los mayores retrasos están en las viviendas destinadas a personas vulnerables que recibieron subsidios, y en las que se levantan por esfuerzo propio, explicó.
El funcionario afirmó que la principal problemática está en la escasez de materiales de construcción y llamó a los gobiernos locales a priorizar la producción de los mismos.
"Los territorios tienen que dar soluciones, que las hay, y no lo hacen. Esta guerra se gana en los territorios, pero los territorios no reaccionan", agregó al respecto le primer vicepresidente Manuel Marrero Cruz.
Dijo que la demanda de viviendas "está creciendo" en el país –que recientemente se ha visto afectado por inundaciones, huracanes e incendios– "y no hemos sido capaces de responder a esa demanda".
La deuda habitacional del régimen cubano se continúa acumulando año tras año. En 2021 el gobierno incumplió en más de un 40% el plan de entrega de casas, pero en lugar de resolver el incumplimiento con más construcciones, se limitó a reducir sus metas para el siguiente año, y también las incumplió.
Si bien las 18,645 viviendas concluidas en 2021 representaban un 58% del plan anual, las 16,985 casas de 2022 representan el 76% de la proyección.
Al cierre del primer semestre del año en Cuba fueron construidas y recibieron la condición de "habitable" 11,997 viviendas, que representan apenas un 33% del plan anual previsto.
La Dirección General de Vivienda presentó un informe a los diputados en la Comisión de Industria, Energía y Construcciones sobre el cumplimiento del plan hasta junio de 2022, donde reconoció los retrasos.
La situación se agravó aún más luego de que el huracán Ian en septiembre pasado dejara más de 102,527 viviendas afectadas solo en Pinar del Río.
En agosto la situación de la vivienda era ya bastante precaria en esa provincia cubana, donde el plan de construcción para el primer semestre de 2022 se incumplió en casi un 50%, luego de que de 364 edificaciones previstas quedaran 152 sin terminar.
Antes del paso del huracán Ian, en Pinar del Río un total de 6,347 familias llevaban veinte años esperando por una nueva casa; tras haber perdido las suyas durante eventos meteorológicos.
En enero pasado el gobierno cubano reconoció que en 2021 quedaron pendientes 89,496 viviendas con pisos de tierra, unas 8,907 cuarterías y 48,293 hogares afectados por eventos climatológicos, de los cuales el 66% son derrumbes totales, según datos oficiales.
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