Tras el devastador paso del huracán Ian por Pinar del Río, una residente le aseguró al gobernante Miguel Díaz-Canel que los cubanos son "humildes y pobres, pero fieles a la revolución".
Díaz-Canel recorrió parte de la provincia y conversó con algunas personas de la barriada Micro 5, del reparto Hermanos Cruz en el municipio cabecera, a quienes aseguró que "nadie quedará desamparado" y que saldrán adelante, tal como suele hacer en este tipo de situaciones.
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Durante la visita, una mujer le dijo que ella también es de Villa Clara, y afirmó que él le dio una casa a su hermana años atrás, tras el paso de otro ciclón.
"La revolución, la revolución se la entregó", le aclaró él sonriente.
"Tuve a mi nieta encamada tres años, y no faltó nada, presidente. Usted es Miguel Díaz-Canel, usted tiene un pueblo con usted", afirmó ella.
El mandatario aseguró saber que están pasando por momentos difíciles, "pero tenemos que levantarnos y recuperarnos".
La respuesta de la mujer fue categórica: "Puede confiar en nosotros, somos humildes y pobres, pero somos fieles a la revolución. Dimos un voto por Sí, por el Código de las Familias".
Díaz-Canel aseguró que el Código les dio energía para enfrentar el huracán.
"No nos importa el bloqueo ni nada, somos revolucionarios", añadió ella.
La provincia de Pinar del Río fue la más afectada por el huracán Ian, con daños que el líder comunista calificó de "graves".
A pesar de ello, pidió al pueblo tener confianza, obviando otra realidad, y es que aún hay miles de damnificados de ciclones anteriores que aguardan por sus casas desde hace más de 20 años.
"Confiamos en los pinareños, pueblo noble, trabajador y con mucha experiencia en estas situaciones. Tengan la certeza de que nos vamos a recuperar", dijo en su cuenta de Twitter.
Luego del recorrido del gobernante por Pinar del Río, su esposa Lis Cuesta, afirmó en su cuenta de Twitter que él quiere tanto a los cubanos que jamás los dejará solos.
"Tan de su pueblo, tanto los quiere que jamás los dejará solos. Fuerza, Pinar", escribió Cuesta, que suele levantar críticas y polémicas por sus tuits, en los que lo mismo hace propaganda política que proclama su "amor" por el dirigente.
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