Un hombre intentó asesinar en la noche de este jueves a la expresidenta y actual vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, mientras la líder peronista saludaba a simpatizantes de su grupo político junto a su domicilio.
El atentado se produjo en el barrio de Recoleta, en Buenos Aires, donde cientos de manifestantes se congregan desde hace días para respaldar a Cristina en medio de un juicio por presunta corrupción por el que la Fiscalía solicita una pena de 12 años de cárcel.
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Las imágenes -que dieron la vuelta al mundo en cuestión de minutos- muestran cómo mientras Cristina saludaba a sus seguidores pasadas las 9 de la noche (hora local), de forma repentina una persona apuntó un arma a quemarropa contra la cabeza de la expresidenta argentina y gatilló, pero la pistola no disparó.
El atacante -que fue detenido de inmediato- ha sido identificado como Fernando Andre Sabag Montiel, un brasileño nacionalizado argentino, de 35 años y con antecedentes por posesión de armas. El intento de agresión fue con una pistola semiautomática, una Bersa 380, según confirmó la prensa local.
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, condenó en un mensaje televisivo el intento de asesinato, que calificó como "el hecho más grave" ocurrido en el país desde que la nación sudamericana recuperó la democracia, hace 39 años.
Además pidió "desterrar la violencia y el odio" de los discursos mediáticos y políticos, y subrayó que el atentado “merece el más enérgico repudio de toda la sociedad argentina, de todos los sectores políticos y de todos los hombres y las mujeres de la república".
"Podemos disentir, podemos tener profundos desacuerdos, pero en una sociedad democrática los discursos que promueven el odio no pueden tener lugar porque engendran violencia y no hay ninguna posibilidad de que la violencia conviva con la democracia”, dijo el presidente.
Alberto Fernández precisó que Cristina permanece con vida porque “por una razón todavía no confirmada técnicamente, el arma que contaba con cinco balas, no se disparó pese a haber sido gatillada”.
Tras el intento de asesinato, numerosos presidentes y líderes políticos de América Latina, han condenado el incidente.
"Desde #Cuba, consternados con el intento de asesinato de @CFKArgentina, trasladamos toda nuestra solidaridad a la vicepresidenta, al gobierno y al pueblo argentinos", escribió Miguel Díaz-Canel en Twitter, quien ya en días recientes había manifestado su solidaridad con la dirigente argentina.
“Es un enorme grado de locura y odio lo que se trató de hacerle a la vicepresidenta”, escribió en Twitter Máximo Kirchner, hijo y diputado nacional del Frente de Todos, la coalición que gobierna en Argentina desde 2019.
“Mi repudio absoluto al ataque sufrido por Cristina Kirchner, que afortunadamente no ha tenido consecuencias para la vicepresidenta. Este gravísimo hecho exige un inmediato y profundo esclarecimiento por parte de la justicia y las fuerzas de seguridad”, escribió en Twitter Mauricio Macri, expresidente argentino.
Alberto Fernández declaró este viernes festivo nacional para que el pueblo argentino manifieste su repulsa por lo ocurrido. Han sido suspendidos desde actos políticos hasta los partidos de fútbol de la liga argentina.
La petición de 12 años de cárcel contra Fernández de Kirchner por presunta corrupción, realizada el 22 de agosto, dividió a la sociedad argentina y marcó un período de crispación política en la nación sudamericana.
“Estoy ante un pelotón de fusilamiento mediático judicial”, escribió la vicepresidenta de Argentina, que se considera a sí misma víctima de una persecución política.
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