La expresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner fue condenada a seis años de cárcel por el cargo de corrupción por la obra pública vial en Santa Cruz, un proceso que se desarrolló entre 2003 y 2015, además de recibir una inhabilitación perpetua para ocupar cargos públicos.
La actual vicepresidenta argentina, quien no irá a la cárcel por el fuero que le otorga su cargo en el gobierno de su país, escuchó su sentencia en vivo desde su oficina en el Senado y comentó que su sanción “no es una condena por las leyes de la Constitución o el Código Penal”.
“No seré mascota del poder”, dijo, además, Fernández, quien en diciembre del año próximo ya no contará con su actual fuero.
Anunció, además, que volverá a su casa en la Patagonia, “porque la verdadera pena es la inhabilitación”.
La Justicia de Argentina le pedía a Fernández de Kirchner 12 años de cárcel por irregularidades en la adjudicación de obra pública durante su mandato como presidenta entre 2007 y 2015, informó antes del juicio el Ministerio Fiscal Público del país suramericano.
También a la vicepresidente argentina, de 69 años, le imputaban supuestos delitos de asociación ilícita y administración irregular de fondos públicos, de los que fue absuelta, por el presunto caso de corrupción en la concesión de 51 obras públicas a un empresario afín a la exmandataria en la región de Santa Cruz, su cuna política, durante los gobiernos de Néstor Kirchner (2003-2007) y la propia Fernández (2007-2015).
Tras la acusación, el presidente argentino Alberto Fernández dijo en Twitter que “hoy es un día muy ingrato para alguien que, como yo, se ha criado en la familia de un juez, se ha educado en el mundo del derecho y enseña Derecho Penal hace más de tres décadas. Vuelvo a transmitir mi más profundo afecto y solidaridad a la vicepresidenta Cristina Fernández”.
"El Gobierno nacional condena la persecución judicial y mediática contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner que quedó expresada hoy, una vez más, en el alegato final y pedido de pena en la denominada 'causa Vialidad'", apuntó, además, un comunicado de la oficina de Presidencia, difundido por el mandatario en Twitter tras conocerse la acusación del fiscal Luciani.
El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel también dio su respaldo a la vicepresidenta argentina tras darse a conocer las acusaciones contra ella por parte de la Fiscalía de su país.
"Bajo despiadado acoso mediático, vuelve a enfrentar un proceso judicial políticamente motivado", escribió en esa ocasión en Twitter el presidente cubano y líder del partido comunista.
A poco de darse a conocer estas acusaciones, un hombre intentó asesinar a la expresidenta, mientras ella saludaba a simpatizantes de su grupo político junto a su domicilio.
El atentado se produjo en el barrio de Recoleta, en Buenos Aires, donde cientos de manifestantes se congregaron para respaldarla, en medio de las acusaciones que la llevaron a juicio.
Las imágenes -que dieron la vuelta al mundo en cuestión de minutos- mostraron cómo mientras ella saludaba a sus seguidores, de forma repentina, una persona apuntó un arma a quemarropa contra su cabeza y gatilló, pero la pistola no disparó.
Desde 2019, Fernández enfrentaba un juicio por presuntos delitos de asociación ilícita y administración irregular de dinero público.
Fernández de Kirchner, quien también es abogada, ostenta inmunidad política por sus cargos como vicepresidenta y presidenta del Senado. La sentencia contra ella debe ser ratificada por la Corte Suprema de Justicia.
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