Juan Pappier, abogado de Human Rights Watch (HRW) y experto en Cuba dentro de la prestigiosa ONG internacional, propone buscar una salida democrática para los cubanos sin caer en los errores de décadas de embargo comercial y de la política de deshielo del ex presidente estadounidense Barack Obama.
En entrevista concedida a CiberCuba, Pappier se mostró partidario de organizar "una presión inteligente" de Estados Unidos, Europa y la comunidad internacional hacia la Isla, que pasa por la derogación del embargo. Pero no descarta que se puedan poner condiciones relacionadas con el respeto a los derechos humanos.
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Además, avanzó que HRW está elaborando un informe sobre detenciones arbitrarias y violaciones a periodistas independientes y artistas cubanos, que tiene previsto presentar el mes que viene y criticó la tibieza de la Unión Europea que, en su opinión, no se atreve a hablar con claridad de lo que está sucediendo en Cuba.
CiberCuba: ¿Qué opinión le merecen las detenciones arbitrarias que se están registrando en Cuba y que se han incrementado en los últimos meses?
Juan Pappier: Nosotros llevamos varios meses haciendo una investigación contra las detenciones de periodistas y artistas en Cuba. Entre ellos, los del Movimiento San Isidro y los miembros del Movimiento 27N. Está claro que en Cuba estos artistas y periodistas independientes sufren detenciones constantes, sistemáticas y reiteradas, que constituyen graves, gravísimas violaciones a los derechos humanos.
Estamos muy preocupados por esta situación y estamos encendiendo las alarmas en la comunidad internacional, tanto en Estados Unidos como en la Unión Europea, para que haya una vigilancia y un escrutinio sobre lo que está haciendo el régimen cubano en contra de estos artistas.
Ha dicho que están elaborando un informe. ¿Para cuándo estarán las conclusiones?
Esperamos que esté finalizado el próximo mes. Hemos podido entrevistar a muchas de las víctimas, a muchos de los testigos de estos abusos, pero también estamos corroborando la información con otras fuentes, con verificación digital de videos; con otros mecanismos que tenemos para investigar las violaciones de derechos humanos. Son los mismos mecanismos que utilizamos para investigar violaciones de derechos humanos en cualquier otro país del mundo y que lo hacemos con nuestra metodología para tener total certeza de los hechos que denunciamos en nuestros informes.
Juan, le traslado la duda que tenemos muchos ciudadanos. Denunciar está bien, pero ¿nos vamos a quedar sólo en la denuncia? ¿Vamos a conseguir algo con eso?
Mira, Tania, aquí de lo que se trata es de lograr que haya un esfuerzo concertado, multilateral de la comunidad internacional, que logre una salida democrática para Cuba, que busque la protección de los derechos humanos.
En el pasado se han cometido muchos errores de las políticas hacia Cuba. Es cierto que la política de Obama, que duró muy poco, no logró los resultados deseados, pero mucho menos lo ha logrado la política de aislamiento que durante tantas décadas tiene a los Estados Unidos frente a Cuba. No ha logrado resultados.
Aquí hay que pensar una política nueva hacia Cuba, multilateral, concertada por los Estados Unidos, por Canadá, por la Unión Europea y por América Latina y sólo con esa política concertada e inteligente, que aprenda de los errores del pasado, vamos a lograr una presión inteligente que logre una salida democrática para Cuba.
Esa tiene que ser la prioridad para todos. Para lograr eso es muy importante que haya visibilidad, denuncia sobre los abusos en Cuba, pero también un esfuerzo serio por repensar nuestras estrategias hacia Cuba y pensar cuál es la mejor forma de interactuar con los actores internos en Cuba y lograr que haya una presión internacional que logre esta vez los resultados esperados.
Entiendo que habla del embargo comercial y de que ustedes están en contra de que se mantenga.
Nosotros tenemos una posición que hemos mantenido hace años. Creemos que el embargo no ha logrado los resultados esperados; que el embargo sólo ha servido como una excusa al régimen cubano para seguir oprimiendo; le ha dado un pretexto por sus fracasos en materia económica; en materia social; en la materia que tú quieras y creemos que hay que pensar en nuevas estrategias para lograr una salida democrática para Cuba.
¿Qué opinión les merece la entrada de agentes de la Seguridad del Estado en la casa de Luis Manuel Otero Alcántara, llevándose sus cuadros?
Lo que sufre Luis Manuel Otero Alcántara es una violación constante a sus derechos humanos. Lo hemos documentado en numerosas ocasiones. Sufre constantemente vigilancia, restricciones a su derecho al movimiento que en muchas veces constituyen propias detenciones en su casa; también detenciones arbitrarias en la estación de Policía, en distintos puntos de La Habana; esta confiscación de sus obras de arte que, por supuesto, también es arbitraria y abusiva.
Ahora, como tú sabes, él está en un hospital; ya había estado en un hospital en condiciones de detención y ahora todo indica que podría estar ocurriendo exactamente lo mismo. Entonces estamos muy preocupados por él y porque vemos que el régimen cubano, ante este artista tan inteligente y tan audaz, la única respuesta que tiene son violaciones constantes a los derechos humanos.
Ustedes están denunciando esto que está pasando, pero Cuba sigue teniendo representación en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. ¿Desde HRW pueden hacer algo para que se enteren en la ONU de este tipo de violaciones?
Mira, yo creo que todos los organismos de la ONU, los comités, los grupos de trabajo están perfectamente conscientes de las violaciones constantes a los derechos humanos que ocurren en Cuba.
Es lamentable, por supuesto, que Cuba tenga un asiento en el Consejo de Derechos Humanos, pero ese asiento de Cuba es culpa, en buena medida, de los gobiernos de América Latina que no estuvieron dispuestos a disputarle el asiento a Cuba y a presentarse en elección en contra de Cuba para lograr ese asiento en el Consejo de Derechos Humanos.
Más allá de ese tema puntual que, por supuesto, es muy grave, yo creo que todos los organismos de Naciones Unidas están muy conscientes de lo grave que es la situación de los derechos humanos en Cuba. Nosotros también les damos información, al igual que otras organizaciones que trabajan sobre Cuba y creo que es muy importante que ese escrutinio continúe y que estemos todos muy pendientes de lo que sigue pasando en Cuba, que es muy grave.
¿Qué opinión le merecen a Human Rights los asesinatos de reputación en la televisión cubana de todos los que piensen diferente al gobernante Partido Comunista?
Mira, Tania, hemos sabido de eso. Hemos visto incluso los noticieros. Eso es un acto de estigmatización vergonzoso, absolutamente inaceptable. En cualquier sociedad democrática eso no puede ocurrir y no hay ningún permiso para que ocurra tampoco en una dictadura como es Cuba.
Los periodistas, los intelectuales, los artistas tienen que tener derecho a ejercer sus opiniones. Así está establecido en el derechos internacional de los derechos humanos. Eso es lo que permite que una sociedad crezca y se consolide como una sociedad libre y por eso tenemos que estar trabajando todos.
Estas estigmatizaciones constantes; estas acusaciones de que son mercenarios, de que son terroristas son inaceptables, pero forman parte de un plan por parte del régimen cubano para atacar a estos periodistas de distintas formas; ya sea con detenciones arbitrarias, con restricciones a sus movimientos; con limitaciones al acceso a Internet y distintas medidas que está tomando el régimen cubano porque ante las críticas tan audaces, tan inteligentes de estos artistas e intelectuales, la única respuesta que tienen ellos son violaciones a los derechos humanos. Es un gobierno que no es capaz de actuar para tener un diálogo constructivo con sus ciudadanos.
¿Qué quiere HRW para Cuba? Había hablado de la democratización del país, pero no sé si tienen marcados plazos, de quiero esto, en tanto tiempo.
Lamentablemente, como tú sabes, la historia de Cuba es una historia plagada de decepciones y frustraciones para cualquiera que le interesen los derechos humanos. Es imposible pensar en plazos inmediatos ni que uno dijera: en un año que haya tantas libertades, en dos... Es imposible pensar en esos plazos.
Aquí lo importante es aprovechar que hay una nueva administración en los Estados Unidos; mucho más audaz, mucho más inteligente en términos de derechos humanos; que está dispuesta a repensar temas de derechos humanos en otros aspectos que son importantes. Aprovechar esa oportunidad para que también repiense (que todavía no lo ha hecho) su política hacia Cuba y buscar lograr esta presión concertada y la comunidad internacional. Una presión que tiene que ser inteligente y tiene que aprender de los errores del pasado. Si trabajamos en ese camino, yo creo que es posible una salida democrática para Cuba. De lo contrario vamos a seguir con esta historia de frustraciones y decepciones para cualquiera que le interesen los derechos humanos en la Isla.
Esa unión concertada de Europa, Estados Unidos, la comunidad internacional, ¿cómo sería? ¿Qué tienen en mente?
Mira, lo que ha pasado durante las últimas décadas es que es una política completamente contradictoria. Uno tiene un embargo por parte de los Estados Unidos; una posición de la Unión Europea que no está dispuesta a hablar con claridad, con contundencia sobre los derechos humanos en Cuba y gobiernos en América Latina que sienten simpatías ideológicas hacia Cuba; expresadas de forma más o menos explícita.
Tenemos que buscar que estas contradicciones en la política exterior hacia Cuba se vayan limando y una de las formas importantes para hacerlo es terminar con el embargo, que es un pretexto y un obstáculo para lograr una política coordinada de distintos gobiernos hacia Cuba.
Cuando habla de terminar con el embargo, entiendo que no hay condiciones. Por ejemplo, de terminar con el embargo si se respetan derechos humanos.
Bueno, esa podría ser una opción importante. Nosotros hemos dicho muchas veces que, por ejemplo, una de las condiciones para un proceso de restablecimiento de las relaciones con EE.UU. puede ser los presos políticos. Todo esto tiene que ser parte de una nueva política exterior con Cuba; que es una política más inteligente; que aprende de los errores del pasado; de los errores de 50 años de políticas de aislamiento, pero también de los errores de la política breve de Obama del deshielo hacia Cuba y que tenga condicionamientos, por supuesto, y que priorice la vigencia de los derechos humanos en Cuba. La clave aquí es priorizar la vigencia de los derechos humanos en Cuba.
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