La aerolínea estatal Cubana de Aviación achacó pérdidas por valor de 360 millones de dólares al embargo de Estados Unidos contra Cuba.
Arsenio Arocha Elías Moisés, director adjunto de la compañía de aviación, responsabilizó a la administración estadounidense de las pérdidas millonarias de la empresa Cubana de Aviación, “debido a la suspensión de arrendamientos de aeronaves, de operaciones comerciales, al cierre de cuentas bancarias y a la imposibilidad de acceder a créditos internacionales”.
En una rueda de prensa a pie de pista en el aeropuerto de la capital José Martí, Elías Moisés informó de una serie de afectaciones que, en su opinión, son consecuencia de la “agresiva política de Estados Unidos” y que le han supuesto pérdidas de más de 353 millones de dólares en un período de tiempo que no precisó.
Entre las afectaciones resultado del embargo, el directivo mencionó la “cancelación de contratos de arrendamiento y de acuerdos interlineales para la transportación de carga, el cierre de cuentas bancarias y la imposibilidad de recibir servicios de proveedores de combustible en los destinos regulares”.
La cancelación de servicios de arrendamiento de aerolíneas como Jordan Aviation, en septiembre de 2019, provocó el cese de las operaciones de ventas en los mercados de México, Cancún, Santo Domingo, Fort de France y Caracas, además de la interrupción de negociaciones con Jamaica para la apertura de nuevos mercados, citó como ejemplos Elías Moisés. Según el directivo, ese tipo de acciones genera molestias y pérdida de confianza por los clientes, además de provocar afectaciones monetarias que no cuantificó.
En un escenario global donde el sector de la aviación civil y comercial ha resultado perjudicado por el impacto de la pandemia de coronavirus, el directivo de Cubana de Aviación reconoció que esta situación ha incidido en las cuentas, pero centró su análisis de los resultados negativos en aspectos como la imposibilidad de realizar “transferencias desde y hacia Cuba”.
Según Elías Moisés, esta limitación impuesta por “la agresiva política de Estados Unidos”, limita el flujo financiero de la empresa y “representa afectaciones de más de 353 millones de dólares”. Asimismo, el directivo consideró que “la persecución financiera de esa potencia” provocó el cierre de cuentas bancarias en Santo Domingo, Panamá, París y Madrid
En ese sentido, también achacó al Embargo la imposibilidad de “acceder a préstamos en bancos internacionales” con vistas a dar mantenimiento y reparación a la flota de aeronaves de la compañía. Sin embargo, no se refirió al estado de mantenimiento de la flota, el número de aviones afectados por falta de reparaciones o controles, ni a otros detalles técnicos sobre las condiciones del parque de aeronaves de Cubana de Aviación. Tampoco cifró la necesidad de créditos de la empresa.
De igual forma, el directivo denunció que “el cerco estadounidense” impide que las cargas originadas en América del Sur y Europa tengan una vía regular de traslado hacia Cuba; por ello se recurre a rutas más lejanas y con mayores costos, según reportó ACN. Sin embargo, tampoco ofreció datos sobre estas afectaciones, ni cuantificó las supuestas pérdidas que se producen debido a ello.
Las regulaciones establecidas por la Oficina de Control de Activos Extranjeros en Estados Unidos (OFAC), añadió el directivo, afectaron los contratos de Cubana con Avianca y Lot Polish para la realización de vuelos de carga.
De igual forma, se dejaron de percibir más de cinco millones de dólares por exportaciones de bienes y servicios en ruta directa desde y hacia Estados Unidos, y transportación de carga fundamentalmente no comercial.
El suministro de combustible a las aeronaves de la compañía es otro de los problemas achacado al embargo pues, según Elías Moisés, las aeronaves tampoco pueden repostar en zonas donde operan regularmente, como Buenos Aires y España, debido a que los proveedores son compañías estadounidenses.
Esta situación, dijo, provocó la cancelación de un vuelo humanitario con destino a Madrid. Ante negativas recibidas de los proveedores para el abastecimiento de combustible, la compañía tuvo que enviar a los pasajeros a hoteles y contratar el servicio mediante un tercero con prepago, erogándose 3,5 veces más el monto contratado, señaló el directivo.
La imposibilidad de comprar partes, piezas occidentales y equipos necesarios para los trabajos de mantenimiento, reparación y conservación de las aeronaves, que según Elías Moisés impone el embargo estadounidense, les obliga a tener que acudir a terceros, “con la consiguiente afectación económica, y en muchas ocasiones, a no poder adquirirlos”.
Por todo ello, el directivo aseguró a los medios que la compañía está sufriendo “afectaciones monetarias y un incremento del deterioro de la imagen de Cubana de Aviación”.
A mediados de octubre de 2019, Cubana de Aviación anunciaba la cancelación de sus vuelos internacionales a siete destinos y la afectación en el traslado nacional, luego de haber sido notificada por las empresas arrendadoras del fin de los contratos ya subscritos.
En aquel entonces, Elías Moisés achacó la situación a las medidas anunciadas por el gobierno de Estados Unidos, cuya implementación afecta al sector de la aviación civil limitando la contratación de aviones y restringiendo las exportaciones de bienes hacia Cuba.
Entre otras, las medidas implicaron la denegación de licencias para el arrendamiento de aeronaves a aerolíneas estatales cubanas y la reexportación a Cuba de equipos y productos que contengan más del 10 % de componentes estadounidenses, en cuyo caso se encuentran los utilizados para repuestos y reparaciones de las aeronaves.
Con una flota escasa y mayoritariamente ineficaz por el peso específico de los aviones rusos, Cubana de Aviación acudió al sistema de códigos compartidos con aerolíneas extranjeras y de leasing de aviones de fabricación occidental,en un intento de sortear las medidas implementadas por la administración Trump y que la actual administración no ha modificado.
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