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Cuba acusó al Parlamento Europeo de ser rehén de las políticas de Estados Unidos, con una carta de Yolanda Ferrer Gómez, presidenta de la Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea Nacional del Poder Popular que aseguró que en el castrismo "no sanciona a nadie por su forma de pensar".
"En Cuba nadie es sancionado por su forma de pensar o por expresar sus opiniones, al contrario, el Estado propicia el intercambio permanente para lograr una efectiva participación del pueblo en la conducción del país. La Constitución de la República en su artículo 54 establece que el Estado reconoce, respeta y garantiza a las personas la libertad de pensamiento, conciencia y expresión", asegura Ferrer Gómez.
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"El ciudadano (Denis) Solís ha sido juzgado en debido proceso por desacato a la autoridad y condenado a 8 meses de privación de libertad, sin que existiera apelación por su parte. Por cierto, no era la pena más alta", afirma la alta funcionaria de la Asamblea Nacional castrista.
"Lamentamos que el Parlamento Europeo en vez de desarrollar un diálogo transparente y genuino con Cuba, se convierta en rehén de unos pocos eurodiputados vinculados a las políticas agresivas de los Estados Unidos contra nuestro país, y realice juicios de valor que nada tienen que ver con nuestra realidad", expresa la misiva de la diputada castrista, ampliamente difundida por los medios estatales.
Marie Arena, presidenta de la Subcomisión de Derechos Humanos del Parlamento Europeo, condenó recientemente el encarcelamiento del rapero Denis Solís y la represión contra los miembros del Movimiento San Isidro, que protagonizaron una huelga de hambre y/o sed en La Habana para reclamar la liberación de unos de los suyos.
La carta de la diputada castrista usa el habitual lenguaje totalitario con descalificaciones como "grupúsculo", y se mofa de que mientras la alta funcionaria europea expresaba su preocupación por los huelguistas, "ellos enviaban vídeos que reflejaban euforia y disfrute de la puesta en escena preparada para la ocasión".
Al aludir, sin mencionarlo, a Luis Manuel Otero Alcántara, Ferrer García afirma que es "un individuo caracterizado por sus acciones públicas degradantes, irrespeto manifiesto a los símbolos patrios y un amplio expediente de provocaciones", y lo vincula con la Embajada de Estados Unidos en La Habana.
La diputada castrista reitera la justificación oficial de que la intervención y desalojo policial de los miembros del Movimiento San Isidro en huelga de hambre y/o sed fue una acción obligada porque el periodista Carlos Manuel Álvarez, al que alude como "un ciudadano cubano procedente de EEUU, residente en México", entró en la vivienda, violando lo establecido para los viajeros internacionales, lo que constituye un delito por el peligro de propagación de epidemias".
Yolanda Ferrer Gómez reitera las denuncias de su gobierno sobre el embargo norteamericano e insiste en que el desalojo de los huelguistas de San Isidro, obedeció a la necesidad de "preservar la salud del pueblo cubano".
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