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El mandatario Miguel Díaz-Canel dijo que en Cuba la calle es para los revolucionarios, durante una reunión con ministros y otros funcionarios en la que se discutió el plan para reprimir a coleros, revendedores y personas que se dedican al tráfico ilegal de divisas.
"Actuaremos con firmeza porque la calle en Cuba es para los revolucionarios y para el pueblo trabajador", advirtió.
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Según dijo, el gobierno está trabajando para "salvar a la gente" y el método será persuadirlos para que entiendan cuál es el error y lo cambien.
"La línea tiene que ser identificación y profilaxis, mucha profilaxis. Tratar de alejar a la gente de su comportamiento por convicción. Cuando no haya entendimiento, entonces actuamos con el mayor rigor posible", subrayó.
En su intervención, retransmitida este martes en el programa Mesa Redonda de la Televisión Cubana, Díaz-Canel afirmó que el gobierno va a enfrentar la situación de la crisis que atraviesa el país "uniendo a todas las fuerzas revolucionarias".
"Cuando analizamos lo que ha sido la política de enfrentamiento a la COVID, vemos que actuaron con demasiada impunidad y se nos acumuló el problema", sostuvo.
"Estamos actuando a solicitud de la población, por denuncia e insatisfacción de la población", aseguró.
Díaz-Canel señaló, además, que el desabastecimiento no es la razón por la que existen coleros y revendedores, pues la escasez debería promover la comprensión, la solidaridad y el comportamiento cívico adecuado y no la pillería. "Aquí estamos actuando contra los pillos y los parásitos", comentó.
Este martes, el primer ministro Manuel Marrero informó que el gobierno había reclutado a más de 22 mil cubanos para que enfrentaran las ilegalidades.
"En la operación de incremento del enfrentamiento contra los coleros, los acaparadores y revendedores, hoy tenemos un ejército de 22 281 personas que están dispuestas a echar la batalla y defender al pueblo", dijo.
Según explicó, se han creado 3 054 brigadas de enfrentamiento en todo el país que comenzaron a operar desde este lunes. "Ojalá no tuviéramos la necesidad de aplicar otro tipo de medidas", agregó.
Marrero aseguró que "la operación comenzó de manera satisfactoria" y tuvo buena acogida por parte de la población, que ha empezado a ver una mayor organización y disciplina en las colas, a la par que muchos coleros se han replegado ante la medida gubernamental.
Las autoridades cubanas han desatado en los últimos meses una cruzada contra los coleros, que ha resultado en arrestos y sanciones de personas dedicadas a esta actividad en todo el país.
Desde el inicio de la emergencia sanitaria causada por el coronavirus en el país, la policía ha ejecutado 1 367 acciones de enfrentamiento a este tipo de actividades, que terminaron con la detención de 1 285 coleros, de acuerdo con cifras oficiales. De las personas arrestadas, 453 recibieron medidas profilácticas, 634 debieron pagar una multa y 280 han sido acusadas por delitos de actividad económica ilícita, desobediencia, acaparamiento y/o propagación de epidemia.
A mediados de julio, Díaz-Canel ya había hecho un llamado a enfrentar a los coleros y revendedores como estrategia para manejar la crisis económica en la isla.
El gobernante cubano justificó la eliminación de los coleros y revendedores con el argumento de que "para beneficiar a todos hay que implementar medidas que parece que favorecen a pocos, pero que a la larga beneficiarán a todos".
La intervención del mandatario se produjo durante la presentación de la estrategia económico-social de su gobierno para impulsar la tan depauperada economía del país tras la pandemia del COVID-19.
Este plan incluyó -entre otras medidas- la apertura de 72 tiendas para la venta en moneda libremente convertible de alimentos y productos de aseo, principalmente, justo en momentos en que los establecimientos que comercian en CUC llevaban meses desabastecidos de artículos de primera necesidad, lo que originó el incremento de las colas en todo el país, y con ello, la agudización del fenómeno de los coleros.
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