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El cubano Fabián Grunet García fue arrestado este lunes por la policía de La Habana Vieja e irá a juicio tras quitarse el nasobuco para fumar.
Yirandis Ribaleido Colach, esposa del detenido, relató que estaban "en la parada y él se bajó el nasobuco y se puso a fumar. Pasaron tres carros de la Policía; dos siguieron de largo pero uno viró. Se lo llevaron sin preguntarle y sin decirle nada”.
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La madre de Fabián, la enfermera Lorenza Grunet García, denunció el suceso a CubaNet, dijo que el hijo había sido arrestado arbitrariamente y que se encuentra recluido en el centro de procesamiento penal conocido como el Vivac.
También añadió que será sometido a juicio ejemplarizante por retirarse el nasobuco, para que todos entendieran que no se pueden andar sin nasobuco en la vía pública, según le comunicó la policía.
La familia dijo que Grunet García fue trasladado a la estación policial de Cuba y Chacón, pero que nadie les informó de este suceso hasta varias horas después.
"Supe de su paradero porque me dirigí a la unidad de Zanja. Buscaron en la computadora y me dijeron que estaba en la unidad de Cuba y Chacón… y desde que llegué ahí me maltrataron de la peor forma”, asegura la madre.
No obstante, también dijo que fue engañada y expulsada de la estación policial cuando intentaba obtener información sobre la situación de su hijo.
“El oficial de guardia me engañó, eso es lo primero. Me dijo que mi hijo estaba allí por desacato, por desobediencia. Y, al final, ese no era el motivo, sino que se había quitado el nasobuco”, sostuvo.
“Yo sé que tenemos que tomar medidas contra el coronavirus pero, por eso, no hay que reprimir y maltratar a los ciudadanos, que es lo que está haciendo la Policía actualmente”, añadió.
A pesar de que Grunet García fue detenido por quitarse el nasobuco, fue puesto en prisión junto a 25 detenidos más, cuando lo que se requiere en momentos de coronavirus es precisamente el distanciamiento social.
“Tenían a más de 25 hombres en un cuartico. Supuestamente, están velando por el uso del nasobuco, pero allí mismo puede transmitirse la enfermedad: están todos acumulados en un solo lugar y entre uno y otro no hay ni 10 centímetros de distancia”, destacó.
En estos días de coronavirus, la presencia policial se ha hecho más evidente en las calles de la Isla, y la represión también.
Según explicó el primer ministro cubano Manuel Marrero, este redoblamiento de la presencia policial se hará notar, además, en centros comerciales y establecimientos que se consideren pertinentes, a fin de observar el cumplimiento de las medidas orientadas frente al brote de COVID-19.
“Le informamos a la población que es una medida normal, dirigida a preservar también la vida de las personas”, sostuvo.
En el día de ayer se denunció que la policía "desmayó a golpes" a un joven cubano, a quien luego trasladaron en la patrulla policial hasta el hospital.
Asimismo, una mujer en Cuba fue víctima de un episodio de brutalidad policial al parecer por filmar con su teléfono celular una de las tantas colas para comprar alimentos en la isla.
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