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Cuba enfrenta una nueva alerta sanitaria debida al aumento de casos de dengue y fiebre de Oropouche en varias provincias del país.
La confirmación del virus de Oropouche en nueve provincias y 23 municipios, detectada en el laboratorio nacional de referencia del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK), ha activado los sistemas sanitarios en la isla.
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Municipios de Matanzas, Mayabeque, Villa Clara, Sancti Spíritus, Ciego de Ávila, Holguín, Guantánamo, Santiago de Cuba y Cienfuegos, han confirmado la presencia del virus de Oropouche a partir de muestras estudiadas en el laboratorio nacional de referencia del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK)
El doctor Francisco Durán, director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), informó que estos casos fueron identificados mediante acciones de seguimiento y vigilancia de síndromes febriles inespecíficos. Todos los pacientes han evolucionado favorablemente, mejorando entre el tercer y cuarto día desde el inicio de la enfermedad, afirmó el especialista.
Asimismo, explicó que la fiebre de Oropouche presenta un cuadro clínico leve, con un periodo de incubación de 5 a 7 días, y se caracteriza por fiebre, dolores de cabeza, musculares y articulares. En algunos casos, también se reportan vómitos y diarreas.
Aunque algunos pacientes pueden experimentar un segundo episodio de síntomas similares al inicial alrededor del sexto día, no se han reportado secuelas ni casos graves o fallecidos. No existe un tratamiento específico para esta enfermedad, por lo que se recomienda acudir al médico para recibir medidas generales que alivien los síntomas.
En cuanto al dengue, el experto señaló un aumento en la tasa de incidencia de casos sospechosos en las últimas semanas, especialmente en el municipio especial Isla de la Juventud, y en las provincias de Santiago de Cuba, Guantánamo, Ciego de Ávila, Camagüey, Holguín y Cienfuegos.
A diferencia del virus de Oropouche, el dengue puede evolucionar a formas graves y causar la muerte, por lo que se insiste en la necesidad de buscar atención médica oportuna.
Ambos virus son transmitidos por mosquitos: el dengue por el Aedes aegypti y la fiebre de Oropouche por mosquitos del género Culex y dípteros del género Culicidae (Jejen culicoide). Esta situación se complica debido a las inadecuadas condiciones medioambientales, las altas temperaturas y el incremento de las lluvias en el territorio nacional.
Además, el país mantiene la vigilancia de las Infecciones Respiratorias Agudas, mostrando una disminución del 8.4% en el número de atenciones médicas por esta causa. Actualmente, el corredor endémico se encuentra en la zona de seguridad, no se reportan casos de COVID-19, y se ha demostrado la circulación de virus de Influenza A y Coronavirus no pandémico.
Para abordar esta compleja situación epidemiológica, los principales directivos del MINSAP realizan un recorrido por todas las provincias y el municipio especial Isla de la Juventud, evaluando la preparación y organización de los territorios.
Durán enfatizó la importancia de la participación y cooperación de la población. Recomendó acudir de inmediato al sistema de salud ante síntomas como fiebre, cefalea, dolor articular, malestar general, diarreas y vómitos.
También insistió en cumplir con las medidas de ingreso domiciliario u hospitalario según corresponda, apoyar las iniciativas de saneamiento en viviendas y centros laborales, y colaborar con los operarios de la campaña en cada localidad para la ejecución de acciones de tratamiento focal y/o adulticida.
"El sistema de salud de la Isla no está preparado para el virus del Oropouche"
Miguel Ángel Ruano, presidente del Gremio Médico Cubano Libre y galeno residente en Colombia, tuvo acceso a una carta que el MINSAP hizo llegar a los directores y jefes de departamentos de posgrado en la Isla, alertando de que la situación epidemiológica actual puede tornarse "más compleja".
En ella, las autoridades se refieren al aumento de los episodios de fiebre "inespecífica" que se han dado en Santiago de Cuba y que tuvo que admitir la prensa oficialista.
Según Ruano, "el sistema de salud no está preparado para afrontar" esta epidemia de Oropouche en la mayor de las Antillas, y la falta de recursos puede provocar que muchos de estos contagios se compliquen en meningitis o encefalitis, mucho más graves.
De hecho, en la carta a los responsables de posgrado, el profesor José Luis Aparicio Suárez, director general de Docencia Médica, reconoció que "actualmente no se disponen de vacunas ni medicamentos antivirales específicos para tratar la infección por OROV".
De ahí que el enfoque del tratamiento que se recomienda sea el paliativo, "centrado en aliviar el dolor, rehidratar al paciente y controlar cualquier vómito que pueda presentarse".
Asimismo, advirtió de que en aquellas situaciones en las que "la enfermedad se manifieste de forma neuroinvasiva, será necesario el ingreso del paciente en unidades especializadas que permitan un monitoreo constante".
En entrevista concedida a CiberCuba, Ruano explicó que en la carta del MINSAP habla de la necesidad de preparar a los responsables de los departamentos, ante la alerta de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) sobre brotes del virus Oropouche (OROV).
Según el documento, al que tuvo acceso a CiberCuba y que fue enviada al Gremio Médico Cubano Libre por sus afiliados en la Isla, el período de incubación es de 5 a 7 días, durante los cuales los pacientes experimentan fiebre alta, cefalea con fotofobia, mialgias, artralgias y en algunos casos, exantemas.
"En ciertos pacientes, los síntomas pueden ser más severos e incluir vómitos y hemorragias", insistió la misiva, aclarando que la infección puede durar de 2 a 3 semanas.
Las autoridades también admitieron que "en situaciones excepcionales" el OROV puede provocar meningitis y encefalitis, y en estos casos los pacientes muestran síntomas como vértigos, letárgica, nistagmos y rigidez de nuca. Como es habitual, el virus puede ser detectado en el líquido cefalorraquídeo.
Por último, la misiva abordó las medidas de control vectorial se enfocan "en la reducción de las poblaciones de mosquitos mediante la identificación y la eliminación de los lugares de desarrollo y reposo de los vectores".
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