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El gobernante Miguel Díaz-Canel Bermúdez aseguró este jueves que la severa crisis energética que atraviesa el país “ha afectado lo menos posible a la población”, pese a las actuales “complicaciones”.
“El país ha seguido funcionando, no hemos tenido que llegar a los apagones y eso demuestra que la mejor respuesta la ha dado el pueblo”, añadió.
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El mandatario llamó “complicaciones” a tener que emplear la tracción animal para suplantar a la maquinaria agrícola en la industria azucarera, así como para la recogida de basura en las ciudades; al igual que a exigir a los choferes de vehículos estatales que transporten a las personas, ante la falta de petróleo para los ómnibus públicos.
Con un marcado tono triunfalista, Díaz-Canel se refirió a la paralización de varias actividades productivas, pero volvió a defender el concepto de “cambio de labor y no el de interrupción”, una idea ya enunciada por él, cuando ordenó que los cubanos que quedaran interruptos en sus centros laborales debían ser reorientados a sectores como la agricultura, la construcción y la campaña antivectorial.
Sus declaraciones llegan en un momento en que la población está padeciendo las medidas de ahorro energético implantadas en los centros de trabajo.
Recientemente un trabajador de una empresa de La Habana denunció a CiberCuba que en su local les obligan a bajar los breques de 11 am a 2 pm, como si no hubiera electricidad. “Y el aire acondicionado no se puede poner a ninguna hora. El calor es insoportable”, explicó.
La escasez de combustible también ha traído largas colas en las gasolineras de la Isla. En algunos lugares, incluso, los choferes deben hacer hasta más de 12 horas de espera para poder comprar gasolina, a lo cual se suma que muchas gasolineras permanecen cerradas.
La educación, la principal bandera que utiliza el régimen para resaltar sus logros, también se ha visto afectada. Como parte de los reajustes que se han hecho, las escuelas internas tuvieron que espaciar el período de pase de sus alumnos a 11 o incluso hasta 25 días, según las posibilidades de cada territorio, lo que supone un mayor tiempo de los alumnos en sus centros educacionales y lejos de sus familias.
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