A la pregunta "¿Qué puede comprar un anciano en Cuba con una pensión de 10 CUC mensuales?", podríamos responder: poco o casi nada. Así de lamentables van las cosas.
El gobierno de la Isla acaba de anunciar que la pensión mínima de los jubilados se aumentará a 242 pesos en moneda nacional mensuales (10 CUC) a partir del 1 de noviembre próximo. O sea, las cosas estaban peor.
Este aumento no quiere decir que los jubilados de la Isla podrán pasar la vejez de una forma cómoda, luego de tantos años retribuyendo al Estado con salarios casi igual de críticos.
Aunque es difícil de aceptar, en Cuba, un país envejecido, los jubilados tienen que seguir trabajando hasta sus últimos días para poder subsistir, cuando el Estado debería garantizar que tantos años compensen un salario justo para vivir cómodamente.
Cuba está cada vez más estructurado para los turistas, que para los nacionales. Un país cada vez más hacia afuera que hacia adentro. Al gobierno se le ha ido de las manos y cada vez son más caros los restaurantes, los bares, las disco.
Pero volviendo a la pregunta: "¿Qué puede comprar un anciano en Cuba con una pensión de 10 CUC mensuales?"
Si un jubilado utiliza su pensión para comprar productos de la bodega, que no estén regulados en la libreta de abastecimiento, probablemente le de para llevarse a casa jabón, azúcar, arroz, una frazada de piso, pasta dental, y poco más que eso. No le alcanzaría para ir al agro y comprar carne (la de cerdo cuesta hasta 40 CUP la libra) o verduras o ensalada. El jubilado tendrá que escoger de mes en mes qué va a priorizar en su compra, un mes el aseo, otro mes la carne, y otro mes los vegetales. Lamentablemente, aún con el aumento, no le alcanza para vivir pleno sus últimos años de vida.
Ahora bien, si el jubilado quiere comprar en tiendas en divisa, tengamos en cuenta que para ello tiene 10 CUC o poco más que eso.
Si miramos un listado de estas tiendas en Cuba, la triste noticia es que un jubilado podrá acceder al aceite, vinagre, si acaso un paquetico de muslos de pollo y con lo que alcance pastillas para dar sabor a la comida. Es más, el acite de oliva le supera su salario.
Los precios están tan desproporcionados, que de la tienda hacia adentro es una realidad, y de la tienda hacia afuera otra.
Ahora, si el jubilado lo que necesita es ropa, probablemente su pensión no le alcance para comprarse nada. Los precios incluso de las prendas se han duplicado. No son pocas las quejas, como una que hizo recientemente un usuario de Facebook sobre el valor de la ropa en la tienda Carlos III.
Pero sigamos: si el jubilado, que seguramente tiene nietos, pretende comprar un juguete para complacer a uno de ellos, lo más probable es que no podrá, porque en Cuba los juguetes están ridículamente caros. No poca polémica ha causado este tema, ya que las vitrinas de las tiendas exhiben muñecas que ni con dos veces el salario mensual se podría comprar un cubano. Y no exageramos: una Barbie puede costar 30.95 CUC (773.75 CUP), unos bebés a 65.95 CUC (1648.75 CUP) o un avión a 92.95 CUC (2323.75 CUP).
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