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La provincia de Pinar del Río, la más occidental del país, volvió a enlazar con el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) este lunes en la noche, luego de que las líneas de transmisión hacia ese territorio quedarán dañadas por el paso del huracán Rafael.
Aproximadamente a las once de la noche del lunes las autoridades del Partido Comunista en ese territorio informaron de la conexión de la provincia.
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Sin embargo, tuvieron que pasar más de 120 horas de electricidad para que muchas familias volvieran a disfrutar del imprescindible servicio.
Un reporte sobre esta situación la dio José Rolando Casares Soto, periodista independiente y opositor, donde dijo que la ciudad se encuentra prácticamente en tinieblas, a excepción de algunos puntos específicos como las instalaciones de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S. A. (ETECSA) y el conocido como Reparto Los Militares, que mantienen la luz mientras el resto de los pinareños lidian con la oscuridad y sus consecuencias.
“Además de la falta de energía, el periodista reporta una notable presencia policial en las calles de Pinar del Río, lo que intensifica la tensión en la ciudad”, explicó en una publicación la organización no gubernamental Cubalex.
El lunes, medios oficialistas de esa provincia informaron de fallas en los intentos por lograr la reconexión con el SEN.
Según Tele Pinar citando declaraciones de Yosvany Torres, especialista principal en la Dirección Técnica de la OBE Pinar del Río, los obreros de esa empresa recorrerían unos 50 kilómetros, hasta encontrar y erradicar la avería que impedía la llegada de la electricidad a la provincia.
El huracán Rafael, que tocó tierra en Cuba el 6 de noviembre de 2024 como un ciclón de categoría 3, provocó la desconexión total del Sistema Eléctrico Nacional debido a los fuertes vientos que afectaron la infraestructura energética de la isla. Este apagón generalizado dejó sin electricidad a toda la población cubana, agravando la ya crítica situación energética que el país venía enfrentando.
Antes del impacto de Rafael, Cuba ya padecía una crisis energética caracterizada por apagones frecuentes y prolongados, resultado de un déficit crónico en la generación de electricidad.
La infraestructura eléctrica, compuesta en su mayoría por centrales termoeléctricas con más de 40 años de operación, se encuentra en estado precario debido a la falta de mantenimiento y recursos. La llegada de Rafael exacerbó estas dificultades, dejando a millones de cubanos sin acceso a servicios básicos y complicando los trabajos de recuperación en las zonas más afectadas
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