Vídeos relacionados:
La Unión Eléctrica de Cuba (UNE) anunció un panorama crítico para el suministro eléctrico en la Isla, con un déficit de generación estimado en más de 800 MW durante el horario pico.
En una publicación reciente en sus redes sociales, la UNE informó que las condiciones actuales del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) muestran afectaciones severas, que han dejado a miles de cubanos sin acceso continuo a la electricidad en medio de una crisis energética que se ha venido intensificando durante el último año.
Lo más leído hoy:
La información proporcionada por la UNE detalla que el sistema sufrió interrupciones debido a la falta de capacidad de generación, lo que afectó principalmente a las provincias desde Matanzas hasta Guantánamo.
Estos apagones se vieron agravados por averías en diversas plantas termoeléctricas y en las redes eléctricas debido al impacto del reciente huracán Rafael y los sismos que afectaron la región oriental del país.
En total, el déficit para la hora pico podría alcanzar los 855 MW, dejando a amplias zonas sin servicio eléctrico en los momentos de mayor demanda.
“Se estima para la hora pico una disponibilidad de 1,915 MW y una demanda máxima de 2,700 MW, para un déficit de 785 MW, por lo que de mantenerse las condiciones previstas se pronostica una afectación de 855 MW en este horario. Se estima restablecer la afectación en la próxima madrugada”, indicó la empresa estatal.
Desde hace meses, los apagones han sido un tema recurrente en la vida cotidiana de los cubanos.
Recientes reportes señalan que los residentes de Pinar del Río, Santiago de Cuba y otras provincias han experimentado apagones que se han prolongado por más de 100 horas, afectando gravemente sus condiciones de vida y generando una creciente frustración en la población.
Las protestas contra los apagones han sido una respuesta común, y las autoridades han respondido con detenciones de manifestantes que expresan su inconformidad por la falta de servicios esenciales.
La situación de crisis en el SEN se debe, en parte, al deterioro de las instalaciones y a la escasez de combustible para mantener la generación estable.
Según la UNE, varias unidades de plantas clave, como la termoeléctrica de Mariel y la de Santa Cruz, se encuentran fuera de servicio, mientras que otras unidades están en mantenimiento o sin funcionamiento debido a la falta de recursos. La generación distribuida también enfrenta limitaciones por falta de combustible, lo que reduce aún más la capacidad de respuesta.
Ante este panorama, la UNE exhortó a la población a prepararse para las continuas interrupciones.
En un contexto en el que los apagones forman parte de la rutina, la población cubana sigue soportando los efectos de una infraestructura deficiente que necesita reparaciones urgentes y apoyo financiero para evitar un colapso mayor en el suministro eléctrico.
Archivado en: