Vídeos relacionados:
Directivos de la Escuela de Secundaria Básica Eduardo Anoceto, de Santa Clara, prohibieron a un niño entrar al centro escolar por considerar inapropiado su corte de pelo.
"En la mañana mi niño Jonatan Emanuel Núñez Arias que cursa sus estudios secundarios se dirigió hacia su escuela, la Secundaria Eduardo Anoceto (...) y no lo dejaron entrar porque está indebidamente pelado", denunció en Facebook Yudelkys Arias, madre del menor.
Lo más leído hoy:
Arias explicó que su hijo es "educado, estudioso y muy preocupado por su escuela", de modo que al no dejarlo entrar en el colegio, volvió a casa "llorando de la rabia porque no entienden que su mamá trabaja de sol a sol para que coman él y su hermana" y que en estos momentos no tienen 120 pesos o más, para otro corte de pelo.
"No está mal su pelado", dijo la madre y mostró imágenes del corte de cabello que lleva el niño. Se muestra un estilismo rebajado en la nuca y con un tupé, es un corte masculino clásico, similar a los popularmente conocido como 'Pompadour' o 'undercut'.
"Lo que sucedió en la escuela de mi niño fue abuso infantil, porque no solo fue mi hijo el que no pudo entrar sino varios niños que por un extremismo no pudieron asistir a clase terminando un 9no grado", dijo Arias.
La madre cubana pidió al gobierno que revise lo que ocurre en la escuela y que "tomen medidas con las personas responsables de este hecho".
La prohibición de acceso al centro escolar se produce en un contexto de aguda crisis económica, donde un corte de pelo sencillo supera los 100 peso en muchos lugares, y en un país donde madres y padres han denunciado que no tienen recursos para comparar a sus hijos mochilas ni zapatos para ir a la escuela.
El 5 de septiembre los estudiantes cubanos retomaron el año académico 2021-2022 en medio de una profunda escasez de recursos educativos, donde el Estado es incapaz de garantizar la bibliografía para trabajar en clases y aplazó la impresión de los libros de texto para los diferentes niveles de enseñanza.
La crisis de la educación se ve en todos los territorios. En provincias como Sancti Spíritus hay centros educativos donde los estudiantes están obligados a compartir, entre dos o más, los libros de diferentes asignaturas.
En Holguín hay niños que no tienen ni aulas. Deben recibir clases a la intemperie porque su centro educativo tiene peligro de derrumbe y los profesores evitan que ocurra un letal accidente como el de Guantánamo donde una niña cubana perdió la vida cuando se derrumbó una pared de su escuela.
Archivado en: