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Trilce Denis, una madre cubana de dos hijos, se cuestionó la propaganda oficial cubana sobre el inicio del curso escolar preguntándose si los niños “realmente estarán felices de empezar la escuela sabiendo a lo que se enfrentan”
Esta madre se refiere a las disímiles carencias que enfrentan los niños cubanos en este inicio de curso que enumeró, en un post de Facebook, de la siguiente forma “No tenemos pan, tampoco tenemos merienda. No tenemos mochilas, tampoco tenemos tenis. No tenemos medias, tampoco útiles escolares. No tenemos uniforme, tampoco tenemos tiendas. No tenemos La Habana llena de madres, tampoco tenemos ilusiones.”
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Para esta joven, la situación de la educación en Cuba es mucho peor incluso que la de años atrás, cuando al menos muchas de las familias cubanas podían acceder a algún tipo de oferta acorde a su economía para comprar productos para el inicio de curso de sus hijos.
“Cuba siempre ha sido un caos, pero yo recuerdo que en mis tiempos todos los niños tenían su mochila nueva para inicio de curso unos las tenía Nike y otros las tenía Thaba pero nuevas todas. Todos los tenis eran nuevos unos los tenían Adidas y otros los tenían Stainer o Sport pero nuevos. Todos llegaban con la ilusión de estrenar. Teníamos algunas tiendas donde nos compraban las medias, los útiles escolares y salir con nuestros padres a comprar las cosas para la escuela era toda una alegría. Ir a la habana la última semana de agosto a comprar era volverse loco, todas las tiendas llenas de madres con sus hijos”, rememoró Denis.
A esta madre residente en La Habana le parece lamentable que ni siquiera haya uniformes para todos los estudiantes, algo que resultaba impensable unos años atrás.
“Y un punto muy importante al que no le alcanzaba para los Sport te vendían unos colegiales en 125 mn que nadie lo quería, pero al menos eran nuevos y no ibas porque no tenías zapato o porque estuvieran rotos. Otra cosa si ibas con pullover blanco en vez de camisa, te viraban para la casa porque había que ir uniformado. Ahora pasas por las escuelas y hay muchos niños en ropa de calle porque ni uniformes tenemos”, agregó.
De esta manera, Denis se cuestiona si, contrario a lo que difunde la propaganda oficial, ¿¿Realmente serán los niños cubanos felices??, y con esto me estoy refiriendo a la gran mayoría. ¿¿Realmente los niños cubanos han disfrutado unas vacaciones??
Para esta cubana de 30 años, a la consigna del régimen de que “estamos avanzando” solo que responder con sarcasmo de esta manera: “Pero sí sé lo que tenemos de sobra, CONFORMIDAD. Y sobre todo no se les olvide que mucha DIGNIDAD”.
Denis ganó notoriedad en las redes sociales luego de que, a finales de agosto, estallara porque no soporta ver a su familia sufrir los apagones y la escasez de comida en el país.
“¿Hasta dónde y hasta cuándo nosotros tenemos que resistir?”, dijo Trilce en un desgarrador video donde expuso las dificultades a las que se enfrenta constantemente.
La madre criticó la petición del gobernante Miguel Díaz-Canel al pueblo de resistir en las actuales condiciones de crisis en Cuba.
Se para este señor a decir que el pueblo tiene que resistir. Resistir qué, qué es lo que nosotros tenemos que resistir. Hasta cuándo. Desde las cuatro de la tarde hasta las 12 de la noche nos tienen sin luz, sin avisar. Sin uno poder cocinar, los niños pasando calor, con los mosquitos picándole. Hasta cuándo”, profirió airada.
Debido a su denuncia en las redes, Denis a recibido todo tipo de presiones del aparato represivo del Estado cubano
Dos días después de su directa, dos oficiales vestidos de civil se presentaron en la vivienda de Denis para entregarle una citación que la mujer se negó a firmar, alegando que por tener un hijo menor de edad no puede salir de su domicilio.
Los oficiales le pidieron que dejara de filmar y Denis les dijo que le asistía todo el derecho de grabar dentro de su casa, que no podían impedírselo.
Aunque uno de los hombres amenazó a la mujer con la policía no impidieron que esta volviera a estallar en las redes sociales y los acusara de ser cómplices de la represión en Cuba.
Poco después, esta madre recibió la visita de una funcionaria del Ministerio del Trabajo que intentó que la joven firmara un “Acta de apercibimiento a los TPCP (Trabajadores por cuenta propia)”.
El documento en cuestión advierte a Trilce de que cuenta de plazo hasta el 19 de septiembre para “adecuar el ejercicio de su actividad” o que se “procederá a la cancelación de su autorización” a ejercer.
La joven, sin embargo, argumentó en diálogo con la funcionaria que la visitó que no entiende el reclamo porque -según asegura- ella nunca llegó a tener la licencia.
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