El Santuario Nacional de la Santa Bárbara está ubicado en Párraga, en la periferia de La Habana, concretamente en Arroyo Naranjo.
No obstante, hasta allí llegan cada 3 de diciembre fieles que realizan un peregrinaje en vísperas de la celebración de la Santa.
Como suele suceder en la Isla, los cubanos rinden culto también en esta fecha al orisha Shangó, deidad afrocubana (dueña de los rayos y del tambor), y que se sincretiza con la Santa Bárbara.
El párroco del santuario habanero, Félix Hernández Fundora, recuerda en este reportaje, difundido por Cubanet, que es importante realizar no sólo el esfuerzo físico que representa el recorrido del peregrinaje, sino también un esfuerzo de mejora espiritual.
Durante la celebración, los alrededores de la Iglesia se llenan de vendedores de flores y velas. Sin embargo, este año, dadas las circunstancias de luto nacional por la muerte de Fidel Castro, había policías en los alrededores de la Iglesia con el propósito de controlar si había cantos o consumo de alcohol (habitual en los seguidores de la parte sincrética de la festividad); así como para controlar también la venta de ofrendas a la Santa.
Según relata uno de los entrevistados por la citada publicación:
“Uno se cría viendo cómo actúan los santos y la vida cotidiana te lleva a la necesidad de creer en algo (…) El día de Changó le pongo sus velas, le pido, le agradezco todas la cosas buenas que me ha dado la vida”.
En este 2016, la festividad de la Santa Bárbara se vivió de un modo peculiar en la Isla al coincidir con la inhumación de la cenizas de Fidel Castro, hecho que ha despertado todo tipo de rumores y relatos sobre coincidencias numerológicas en la vida de Fidel Castro, y también sobre su presunta religiosidad.
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