El joven cubano José Enrique Morales Besada, quien fue víctima de un brutal ataque homofóbico en la Isla en el año 2017, ha declarado que sus agresores nunca fueron detenidos.
"En mi cabeza no cabía que la policía de Morón no cogiera preso a mis agresores, y ellos sabían quiénes eran", dijo el joven en el programa UniVista TV.
El suceso tuvo lugar en Morón, Ciego de Ávila, cuando Besada contaba con 21 años.
Una noche cuando regresaba a su casa un grupo de personas lo atacó, específicamente el día 11 de junio de 2017.
Le comenzaron a gritar insultos y luego le dieron golpes y le desfiguraron la cara.
Luego del incidente, Besada perdió todos los dientes y ha tenido que ser operado del rostro un total de 7 veces.
"Me dieron un botellazo y, después de tantos insultos, me desbarataron la boca. Me faltan tres dientes y el hueso mandibular me lo astillaron de tal forma que me salió por debajo de la lengua", relató entonces.
Confiando en que lo ayudarían, Besada pidió ayuda al CENESEX, a Mariela Castro y demás autoridades. Sin embargo, nadie nunca prestó real atención a su caso y los agresores quedaron libres.
A raíz del suceso, la familia del joven hizo todo lo posible para que este saliera del país, y hoy en día reside en Estados Unidos.
Lamentablemente, la cubana es una sociedad en la que persiste la intolerancia contra la comunidad LGBTI+.
A inicios de años, en la localidad de Güira de Melena, en la provincia de Artemisa, agredieron a un joven por ser homosexual, lo golpearon y le "cortaron la cara con una botella".
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