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Médico cubano sobre la muerte de galenos en misiones: "Se debe al alto grado de estrés. Es una tortura"

El doctor Meikel Lorenzo Tejeda habla de la presión a los colaboradores tras la muerte del galeno Juan Manuel Obana Borges en el aeropuerto de París.

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Este artículo es de hace 4 años

Un médico cubano ha denunciado que la muerte de colaboradores en misiones se debe al alto grado de estrés y la tortura psicológica que son sometidos durante todo el proceso.

"Los altos índices de los colaboradores que mueren en las misiones, tantos infartos de personas jóvenes, se debe al gran estrés, tanto físico como psicológico, en que se encuentran (...) Es una tortura psicológica desde que tú vas a salir de misión", afirmó el doctor Meikel Lorenzo Tejeda tras la muerte del galeno Juan Manuel Obana Borges en el aeropuerto de París.

Lorenzo, quien afirma haber estado en tres misiones cubanas en países como Bolivia, Venezuela y Brasil, compartió en la página de médicos exiliados "No somos desertores, somos cubanos libres" que el estrés comenzaba incluso desde el momento que te daban la misión y una vez en ella.

"No si lo que hay que tener es buenas coronarias para no tener un infarto porque era un estrés constante y una guerra psicológica", apuntó este médico, quien recordó que desde que te avisan de la misión "te ponen más guardia, te supervisan más, te ponen más trabajo voluntario y siempre es con el chantaje de 'Tú estás esperando misión, tienes que hacerlo'. Si se te ocurre no hacerlo, te quitan de la bolsa, te castigan y te bajan de colaboración. Tienes que ser el primero en llegar, tienes que ser el último en irte".

"Es un estrés constante, que si te falta un papel, que si vira para Camagüey que se te vencieron los antecedentes penales, que llevas más de un año esperando, que el que tenía un amigo salió primero que tú. Todo eso lo da la necesidad porque luego vas a ese país a trabajar por el 25%, ellos se quedan con el 75% de lo que ganas", agrega en referencia al Gobierno de Cuba.

Este médico cuenta que en el caso de Venezuela, "te congelaban los fondos, es decir, que si tú desertabas para Estados Unidos, ese dinero se lo quedaba el gobierno de tus tres, cuatro o cinco años de trabajo. Ese dinero que habías guardado en el banco se lo quedaban ellos y no se lo daban a nadie de tu familia, era un dinero que tú ya habías trabajado... en ese caso están miles de médicos que desertaron, pero el gobierno se reservaba el derecho de reservarlo en un banco para obligarte a regresar".

Incluso, antes de salir a la misión, en las concentraciones en la CUJAE en estrés no cesaba. "No sabía el tiempo que te ibas a pasar, el agua te la ponían treinta minutos, dos veces al día, el aire lo ponían a las 9 de la noche y lo quitaban a las 5 de la mañana (...) A muchos de los colaboradores le cambiaban su misión para otro país".

A esto se suma que a las mujeres bonitas, los jefes las separaban de los novios si no estaban casadas para intentar estar con ellas. "Si no cedían, le hacían la vida un talco (...) Separaban las relaciones con tal de empatarse con ellas", comenta sobre lo que califica como "una guerra psicológica" porque las supervisaban, les mandaban recaditos con las amiguitas hasta que ellas cedieran".

"Llegabas a la misión y lo primero era que te obligaban a mentir y decían que tú no podías decir mentira: Bolivia, Misión Milagro, tenía que poner diario que se operaban al menos cuatro personas y tenía que estar en la calle 'Señora, usted se va a operar'. Eso era como decir el vendedor de dólares. Éramos siete u ocho al lado del centro oftalmológico para poder agarrar a estos pacientes al día", apuntó.

Según este médico, "se hicieron muchas barbaridades, muchos ojos blancos se operaron que no necesitaban operarse. Mucha mentira, se infló mucho número. No era realmente una misión, era número, buscar número. Ya no había nadie que operarse y tú tenías que seguir buscando tus pacientes. Era presión de los jefes hacia el colaborador".

También en Venezuela se infló mucho. "Yo atendía a los pacientes por una agenda telefónica porque no veía 60 pacientes y tenía que dar una estadística todas las semanas de que tenías que ver 300 a la semana. Obligaban al colaborador a eso, a hacer ferias de salud cuando no iba nadie, a inflar números que no iban... Y los jefes era arriba de ti todo el día y te machucaban, te obligaban a decir mentiras".

Además, "cualquier cosa te decían que te quitaban la misión, era todos los días".

De su misión en Bolivia, cuenta el doctor Lorenzo que un amigo desertó y porque eso lo querían mandar para Cuba porque "supuestamente yo tenía que vigilar que él no desertara. Yo fui a la misión a ser CEPSA, a trabajar en inmigración para que él no se fuera. Y porque él se fue, a mí me castigaron y me mandaron a otro estado".

En Venezuela le decían que tenía que entregar un número determinado de medicamentos, pero la gente no iba. "Tenías que botarlo porque no podías tener ese excedente. Tenías que poner los nombres de los pacientes que eran mentira en la hoja de cargo".

"Desde arriba hasta abajo ellos te decían que no podías mentir... Cuando llegamos a Brasil, ellos no pudieron meter mucho la mano porque eran jefes brasileños, pero en Brasil los pacientes que veíamos eran verdad", puntualiza.

En los casos de Venezuela y Bolivia, tenías que informar si tenías relación con un nacional. "Pero si es que yo no quiero informar nada de mi vida personal, yo no sé si la relación va a ir para al frente, porque tengo que estar informando a ustedes que tengo una relación, soy mayor de edad, soy adulto", agregó.

"Y si no lo informabas te sacaban de la misión, te botaban. Si discutías con un jefe, te botaban", señaló.

El colaborador cubano tenía un mayor estrés cuando sabía que se iba de vacaciones. Este galeno recordó que mientras entre todos los jefes llevaban hasta una tonelada, de las tres o cuatro que permite un avión, a ellos solo le dejaban 30 kilos. Muchos llegaban al aeropuerto y "le decían: 'Señora tiene que sacar tres libras'. ¿Qué puedes sacar si todo lo que llevas ahí lo necesitas? Tienes que sacar tres libras porque ellos tienen que meter una tonelada", acotó.

"Cuando llegamos a Brasil se decía que podíamos llevar a los familiares por tres años y el Ministro de Salud dijo que íbamos a ganar 1.200 dólares mensual. Mentira todo. ¿Sabes cuándo ganamos 1.200? Los primeros tres meses. Nos quedamos en 800 y los familiares se pasaron tres meses. Y cuándo preguntamos por qué nos dijeron que porque no rendíamos igual. Yo imagino que los consulados no trabajen porque los consul, los trabajadores de Cuba en Brasil tenían sus familias y los jefes de misiones iban con sus familias todos los años de misión", comentó.

"Lo que le pasó al doctor Obana es una de las muestras de que lo que se hace a los médicos cubanos en las misiones es casi genocida", concluyó este médico.

La opinión del doctor Meykel Lorenzo coincide con la dada por una enfermera al medio independiente 14ymedio. Esta especialista, bajo anonimato, dijo que la jefa de la misión cubana en Mauritania era “déspota, carente de ética y temida por los colaboradores por su constante uso de amenazas y chantajes.

Foto de portada: Captura de pantalla de Facebook e imagen de Cubadebate.

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