“Y esta es la democracia verdadera, la democracia revolucionaria del pueblo, la democracia de los humildes, por los humildes y para los humildes”, hasta tres veces hizo repetir una maestra esa frase a una veintena de niños en la céntrica acera frente al Capitolio habanero, posiblemente una de las más transitadas de toda Cuba.
Este vídeo, que circula en las redes sociales, no llega a los dos minutos de duración, pero lo visto resulta más que suficiente para captar el adoctrinamiento, que es el punto de partida y de llegada de la escena: niños agobiados por la cantinela, viandantes cubanos no sorprendidos, algún turista que saca fotos, la maestra que acaba por equivocarse ella misma en la repetición mecánica, y el exabrupto, de cine: “¡¡¡Niñooo, vamos, ponte bien!!”.
Como si no fuera suficiente, cuando ya da por aprendida y bien ejercitada la frase, la maestra concluye: “Vamos a la otra que les traje, que está bonita también”.
La frase identifica "democracia" con "revolución", y reescribe a la altura de los nuevos tiempos la conocida frase: "Y por esta Revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes, estamos dispuestos a dar la vida", pronunciada por Fidel Castro el 16 de abril de 1961, fecha en que proclamó "el carácter Socialista de la Revolución".
Escenas como estas son habituales en las escuelas cubanas, en las que cualquier acto reviste características políticas, y en las que abundan a toda hora y por cualquier motivo, pancartas y propaganda gubernamental, siempre al amparo del mantra nacional: "¡Pioneros por el comunismo, seremos como el Che!", que ha marcado a varias generaciones de cubanos.
Hace poco menos de un año trascendió una anécdota curiosa, una maestra cubana de primaria dejó a sus alumnos de tarea que respondieran dos preguntas muy sencillas: "¿Te gustaría ir al desfile del 1ro de mayo? ¿Por qué?" Uno de ellos contestó que no, y argumentó que no le gustaba caminar.
La profesora corrigió la respuesta y no pudo ser más clara: "No es la respuesta que se quiere", aunque en un primer momento había escrito: "No es la respuesta adecuada".
Pero ya lo dice esta maestra del Parque de la Fraternidad: “Y esta es la democracia verdadera, la democracia revolucionaria del pueblo, la democracia de los humildes, por los humildes y para los humildes”.
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