La conocida actriz cubana Beatriz Valdés negó rotundamente haber tenido relaciones amorosas con los expresidentes Hugo Chávez y Fidel Castro, y expresó que son solo leyendas urbanas que forman parte de la imaginación de los espectadores.
La protagonista de La Bella del Alhambra concedió una entrevista exclusiva a CiberCuba, en la que recordó momentos de su vida personal y profesional.
“Me vinculan en Cuba con Hugo Chávez y en Venezuela con Fidel, y así andan poniéndome unas anécdotas de vida que no me pertenecen. Nunca tuve que ver con ninguno. En Cuba tuve la vida que tuvimos todos y que además es pública. En Venezuela, fue absolutamente circunstancial. En una oportunidad estuve en un momento en que la película Manuela Sáenz se estrenó en La Casona, porque se expuso para Fidel y para Chávez. Pero la imaginación de la gente se teje unas historias que son fantasías”, explicó.
Beatriz reveló que comenzó con ocho años en la profesión, y considera que fue una suerte estar en un contexto en el que pudo aprender de tantas figuras valiosísimas del mundo artístico en el país.
“De entonces para acá, con sus altas y sus bajas, he tenido la fortuna de poder hacer muchísimas cosas que me han traído el cariño de la gente”, expresó.
Considera la artista que su trabajo es muy terapéutico.
“Siempre he tenido la sensación de que los personajes me pisan los talones, que me traen la lección que necesito aprender en ese momento de mi vida. He podido canalizar mis soledades y mis alegrías a través de las soledades y alegrías de ellos; mis ansias, mis deseos…, y también la imaginación creadora, porque todo lo que yo no he podido ser, he logrado serlo a través de ellos”, dijo.
Beatriz admite que es impulsiva, tiene una memoria sensorial que la guía y que al mismo tiempo tiene que domesticar. Pero también es paciente, tiene la capacidad de esperar a que las cosas ocurran, y cuando se le acaba la paciencia trata de ser consciente y responsable.
Nació el 12 de mayo de 1963, aunque Wikipedia muestra que nació en 1958.
“El que supone que tengo esa edad me ve cada vez más bella, así que Wikipedia me está haciendo un gran favor. Nunca he negado la edad, la edad es un premio y poder acumular años y experiencias de vida es un tesoro que nunca hay que negar”, recalcó.
Beatriz emigró a Venezuela porque se enamoró de un venezolano, con el que mantuvo una relación de cinco años.
“Fue llegar a un país y empezar de cero. Poner a prueba todo lo aprendido en mi país natal, entender que todo es tan relativo, que cuando estamos arriba podemos estar abajo un instante después; que lo único que no cambia el deseo, la motivación, la entereza y el talento”.
“El acto de emigrar es un acto de valentía, atreverse a partir es desprenderse de los asideros, del entorno que conoces, apostar a realidades que no sabes si van a ser convenientes o no. Es un desafío enorme. Nunca me arrepentí, aunque hice las maletas para regresar a La Habana justo cuando mi relación se terminó. Fue la vida la que me dijo: ‘no es momento de regresar’”.
La actriz, que ahora reside en Hialeah, confiesa que su casa y su entorno de Cuba permanecen intactos.
“Para mí Cuba es mi útero, eso no es negociable, es irrenunciable, no hay nada que pueda alterar eso. Regreso a La Habana permanentemente, regreso a mi casa, a mi espacio, al lugar donde sé que me puedo morir. Yo voy a La Habana tres o cuatro veces al año”, añadió.
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