Ya comenzaron los carnavales de La Habana y como todo en Cuba, cualquier evento puede ser un pretexto para revelar una vez más la precariedad en que viven los cubanos.
En el reporte de Cubanet que aquí compartimos, puede verse cómo algunos de los asistentes a la fiesta habanera se quejan de los precios de los productos, que no están al alcance de la población. "Muchos no tenemos un sueldo apropiado para traer a nuestros niños aquí a consumir", dijo una entrevistada.
Otro de los encuestados señaló que como no podía pagar el pan con lechón a un dólar, se iba para su casa.
Por otro lado, los clientes se han quejado de los precios de la cerveza, el pollo frito y los refrescos TuKola. Los dependientes, por su parte, de que no han tenido buenas ventas.
Finalmente, un evento cultural que debería ser un espacio para que los cubanos disfruten del folclor y la pasen bien, se convierte en un sitio para reafirmar los problemas salariales, la crisis económica que afecta a la Isla y la escasez en que viven sumidos muchísimos cubanos.
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