Este jueves 19 de abril, tras ser presentado como nuevo presidente de Cuba y de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel ha pronunciado un discurso caracterizado por el continuismo y el reconocimiento a la generación histórica que hizo posible la Revolución.
No transigencia ante presiones foráneas y defensa de la autonomía del pueblo cubano para decidir su destino, fueron algunas de las principales ideas enarboladas por el ya presidente cubano, quien afirmó que el mandato del pueblo "es dar continuidad a la Revolución cubana en un momento histórico y crucial".
De igual manera afirmó que Raúl Castro, su antecesor en la presidencia cubana y que se mantendrá al frente del Partido Comunista hasta el 2021, encabezaría “las decisiones trascendentales de presente y futuro".
"No hay espacio para una transición que destruya tantos años de lucha", afirmó Díaz-Canel ante los diputados, lanzando un claro mensaje que desvanece las esperanzas a un cambio sustancial en la Isla y que ratifica que más que un cambio de gobierno se trata de un traspaso de poderes.
"Seremos fieles al legado de Fidel Castro, líder histórico de la Revolución y también al ejemplo, valor y enseñanzas de Raúl Castro, líder actual del proceso revolucionario", añadió Miguel Díaz-Canel, quien leyó su discurso de pie en la tribuna de oradores del parlamento, donde defendió que en el sistema electoral de Cuba no caben la "politiquería ni el fraude".
Poco antes de pronunciar su primer discurso de investidura, Díaz Canel propuso que la conformación de su Consejo de Ministros se llevara a cabo en el próximo periodo de sesiones de la Asamblea Nacional, previsto para julio; lo que fue aprobado por unanimidad por los diputados.
De igual manera se aprobó que Salvador Valdés, nuevo Primer Vicepresidente, fuera también el primer vicepresidente del Consejo de Ministros.
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