El director y guionista cubano Juan Carlos Cremata concedió una entrevista a Diario Las Américas en la que habló sobre el cine y su familia.
Al ser preguntado por una definición sobre lo qué es el cine cubano y cuáles son sus particularidades el director respondió diciendo que "el cine no se debe nacionalizar, el cine cuando es cine pertenece a todo el mundo".
Por otro lado, el cineasta declaró que no cree que el cine cambie una sociedad ni destruya ningún gobierno por lo dijo: "Me pareció absurda la censura que sufrí en Cuba por una obra de teatro".
No obstante, y aunque según Cremata el poder de las piezas artísticas es limitado, el cine o el teatro "cambian la forma de pensar de la gente y es la gente la que cambia la sociedad".
No creo que ninguna película destruya ningún gobierno pero cambia la manera de pensar la gente
El director, para quien "el cine es pensar" es contudente al afirmar que el arte está en el que lo recibe no en el que lo produce. Por este motivo, Cremata dijo no creer en los mensajes de las obras.
El director cubano se mostró también reacio a las comparaciones entre cineastas y entre todo tipo de artistas. "En arte todos somos diferentes, lo que puede funcionar para ti puede no funcionar para mí", afirmó Cremata. "¿Cómo aceptar que una pueda llamarse prima ballerina absoluta cuando yo he visto gente bailando mejor?", sentenció.
¿Cómo aceptar que una pueda llamarse prima ballerina absoluta cuando yo he visto gente bailando mejor?
Al ser preguntado por el reconocimiento logrado que más valora, Juan Carlos Cremata respondió que el galardón que más valora no lo ha logrado todavía: "Ver la felicidad en los ojos de mi hija".
Su hija, que pronto cumplirá 15 años y está todavía "desgraciadamente" en Cuba es su principal motor. "Legarle un futuro que se refleje en sus ojos" es el principal sueño y reconocimiento aún no recibido y por el que decidió establecerse en Miami.
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