El ministro cubano de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, reconoció el lunes que durante este año, incluido el verano, podrían reducirse los apagones en Cuba gracias al ingreso de nuevos parques solares, aunque admitió que no se eliminarán del todo debido a la compleja situación del sistema electroenergético nacional.
En una extensa entrevista concedida al periódico Granma, el funcionario explicó que se incorporarán 46 parques solares fotovoltaicos con una capacidad estimada de hasta 1,000 megawatts (MW), lo que podría aliviar parcialmente el déficit de generación, que en los horarios pico supera los 1,500 MW.
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No obstante, subrayó que este avance no puede interpretarse como una solución definitiva, lo cual queda claro para el cubano de a pie, que sufre constantemente los cortes de electricidad a cualquier hora.
De la O Levy justificó esta situación afirmando que el sistema eléctrico cubano enfrenta varios factores limitantes: deterioro prolongado de las termoeléctricas, falta de piezas de repuesto, reducción de la inversión en mantenimiento, y una caída sostenida en la producción nacional de crudo.
Además, señaló que la generación de electricidad consume más del 50% del combustible disponible en el país.
El ministro también admitió que muchos pozos petroleros fueron cerrados en años anteriores por falta de recursos para mantenerlos activos, lo que limitó aún más la capacidad de generación.
A esto se suma la precariedad de la infraestructura de transporte del crudo nacional, que depende en gran medida del traslado por carretera ante la escasez de ductos.
Ante la imposibilidad de importar suficiente combustible, el gobierno optó por impulsar el uso de energías renovables como los parques solares, cuya instalación está en marcha en todas las provincias.
También se están recibiendo en Cuba los primeros contenedores de sistemas de acumulación de energía, que permitirán estabilizar el servicio cuando no haya sol o durante eventos climáticos adversos, aunque no precisó en qué fecha estos estarían instalados.
Aunque el ministro destacó que este programa inversionista es viable y está en desarrollo, admitió que los beneficios serán parciales y que los apagones continuarán mientras no se resuelvan los problemas estructurales de fondo.
Aunque el ministro destacó que este programa inversionista es viable y está en desarrollo, reconoció que los beneficios serán parciales y que los apagones continuarán, debido al prolongado abandono del mantenimiento en el sistema eléctrico, acumulado durante varios años y cuyas consecuencias no pueden revertirse en el corto plazo.
En 2024, el régimen prometió una reducción de los apagones durante el verano; sin embargo, la realidad fue otra, y el incumplimiento de esa expectativa generó una oleada de críticas al gobierno.
Cuba produce actualmente solo una tercera parte del crudo que consume, con una media de 40,000 barriles diarios, lo que acentúa la dependencia del país de las importaciones para sostener su sistema eléctrico, según la agencia EFE.
En 2024, la producción nacional ha caído en 138,000 toneladas, una situación que el Ministerio de Energía y Minas atribuye a la falta de financiamiento y recursos materiales.
Mientras tanto, el gobierno cubano impulsa con apoyo de China un plan que contempla la instalación de 100 parques solares hasta el año 2031, con una capacidad total proyectada de 2,000 megawatts.
El primero de estos parques fue activado el pasado 21 de febrero en las afueras de La Habana, como parte de la estrategia para avanzar hacia una mayor independencia energética basada en fuentes renovables.
Los apagones continúan teniendo un impacto severo sobre la vida diaria de los cubanos y sobre la economía nacional, que en 2023 se contrajo un 1,9 % y no registró crecimiento en el año siguiente, según datos del propio gobierno. En varias provincias del país, los cortes eléctricos pueden superar las 20 horas diarias, provocando interrupciones productivas y agudizando el malestar social.
De hecho, los expertos consideran que los apagones han sido uno de los principales detonantes de las protestas antigubernamentales más significativas de los últimos años, incluyendo las del 11 de julio de 2021, las de julio y agosto de 2022 en La Habana y Nuevitas, y las más recientes del 17 de marzo de 2024 en Santiago de Cuba y otras localidades del oriente del país.
Preguntas frecuentes sobre la crisis eléctrica y los esfuerzos de energías renovables en Cuba
¿Qué promete el gobierno cubano para mejorar el servicio eléctrico?
El gobierno cubano promete reducir los apagones mediante la incorporación de 46 parques solares fotovoltaicos con una capacidad de hasta 1,000 megawatts (MW) en 2025. Sin embargo, el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, admitió que los apagones no se eliminarán por completo debido a problemas estructurales persistentes en el sistema eléctrico nacional.
¿Cuáles son las principales dificultades del sistema eléctrico en Cuba?
Las principales dificultades del sistema eléctrico en Cuba incluyen el deterioro de las termoeléctricas, la falta de piezas de repuesto, y la reducción de inversiones en mantenimiento. Además, hay una caída en la producción nacional de crudo, lo que incrementa la dependencia de las importaciones. Estas dificultades estructurales son el principal obstáculo para mejorar el servicio eléctrico nacional.
¿Cómo influye la generación de energía solar en la crisis energética cubana?
La generación de energía solar es un intento del gobierno cubano para aliviar el déficit energético, pero enfrenta limitaciones debido a la falta de baterías para almacenar la electricidad generada. Esto significa que la energía solar solo puede utilizarse en tiempo real, no cubriendo la demanda nocturna. Sin un plan integral y la modernización del sistema, el impacto real de estas instalaciones será limitado.
¿Qué papel juega China en el desarrollo de energías renovables en Cuba?
China ha donado equipamiento para la instalación de parques solares en Cuba, como parte de un proyecto conjunto que busca añadir 120 MW al sistema eléctrico nacional. Esta colaboración está destinada a reducir el consumo de combustibles fósiles y mitigar los apagones, aunque persisten desafíos estructurales y de gestión que limitan el impacto positivo de estas inversiones.
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