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El congresista cubanoamericano Carlos Giménez alzó su voz tras el apagón que este viernes dejó a Cuba en la oscuridad, y llamó a los cubanos a luchar por la libertad y sus derechos a una vida digna, con servicios públicos eficientes.
"Cuba está bajo un apagón total. 65 años de dictadura comunista han destruido la red eléctrica. El régimen es tan incompetente y cruel que se niega a proporcionar servicios básicos a la población. El pueblo cubano quiere libertad. Ha llegado el momento", dijo Giménez a través de su cuenta en X (anteriormente Twitter).
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Este apagón, el cuarto en menos de seis meses, ha sumido a la isla en una crisis energética sin precedentes. Según informes, una avería en la subestación eléctrica del Diezmero provocó la desconexión total del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), dejando a casi 10 millones de habitantes sin suministro eléctrico.
La Unión Eléctrica (UNE) informó que, a través de “microsistemas”, está consiguiendo generar aproximadamente 110 megavatios (MW), muy por debajo de la demanda diaria que puede alcanzar hasta 1,800 MW.
La infraestructura eléctrica de Cuba sufre un prolongado declive, con centrales termoeléctricas envejecidas y una falta crónica de inversiones. Esta situación ha llevado a apagones frecuentes que afectan gravemente la vida cotidiana de los cubanos, desde la conservación de alimentos hasta el funcionamiento de servicios básicos.
El régimen cubano ha atribuido estos problemas a las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos, mientras que expertos independientes señalan una gestión ineficaz y una falta de inversión en infraestructura como causas principales.
Giménez, quien abandonó Cuba en 1960 a la edad de seis años, ha sido un crítico constante de los argumentos del régimen. Recientemente, visitó la Base Naval de Guantánamo, describiéndola como "la única parte libre de Cuba".
Tras el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, Giménez ha instado a denunciar a los represores del régimen cubano que han emigrado a Estados Unidos, enfatizando la importancia de la justicia y la rendición de cuentas.
En febrero, Giménez respondió al canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla, quien afirmó que el Secretario de Estado, Marco Rubio, se iba a quedar “con las ganas” de visitar La Habana. Giménez replicó destacando que el régimen ha "reprimido y pisoteado a todo un pueblo con tal de perpetuarse en el poder" y añadió "les queda poco", sugiriendo un inminente cambio político en la isla.
Anteriormente, en enero, Giménez lanzó una advertencia al gobernante Miguel Díaz-Canel, tras su apoyo al presidente colombiano Gustavo Petro en una confrontación con Trump.
El congresista señaló que "lo que les viene arriba es de proporciones bíblicas", anticipando desafíos significativos para el régimen cubano en medio de crecientes tensiones con Estados Unidos y una presunta política exterior más estricta por parte de la administración Trump.
El reciente llamado de Giménez a la acción resuena con fuerza en este contexto. Su mensaje subrayó la urgencia de abordar la crisis en Cuba, así como la importancia de la solidaridad internacional y la presión sobre el régimen para apoyar al pueblo en su búsqueda de libertad y democracia.
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