Exfloretista Migsey Dusu Armiñán: “Yo no quería irme, ellos me obligaron”

La doble campeona panamericana en Winnipeg 99 rememora su trayectoria, que incluyó 14 años en la selección nacional de esgrima. La Seguridad del Estado le impidió competir para revalidar el título continental en los Juegos Panamericanos de República Dominicana 2003. “Ahora les doy las gracias por vivir en esta gran nación”, dijo a CiberCuba.

Migsey Dusu Armiñán © Cortesía a CiberCuba
Migsey Dusu Armiñán Foto © Cortesía a CiberCuba

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Floretista de cuando aún había esgrima en Cuba, doble campeona panamericana en Winnipeg 99, participante olímpica en Sydney 2000, Migsey Dusu Armiñán es un ser humano que atrapa. Su nobleza traspasa su cuerpo y todos los que la conocen le profesan amistad. Por eso, hoy día es una mujer triunfadora en Estados Unidos.

¿Qué haces, de qué te graduaste, cómo es tu día a día?


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Me dedico a la rehabilitación de personas, tanto por dolores en diferentes partes del cuerpo como aquellas que, por ejemplo, se han caído o han sufrido accidentes de tránsito, de trabajo, o necesitan un tratamiento postoperatorio.

Te cuento que yo llegué a este país y me dediqué a estudiar. Tengo varias licencias, como Physical therapy assistant, Massage Therapy, Medical Assistant, Full specialist, Real estate, Life insurance (0214), Electrocardiografía, Security license D, G, W, Personal trainer y Notary public.

¡¡¡Niña!!!, pero ¿has tenido tiempo para algo más que para estudiar?

Jajajaja. Pues sí. Mira, el saber no ocupa lugar y aquí hay que tener “papeles” para todo. Claro, a pesar de que tengo todas esas licencias activas, me dedico más a la rehabilitación. De hecho, tengo un centro de terapia física que se llama M&M Rehabilitation Center, ubicado en el 10250 SW 56 St, en Miami.

Mis días, como pudiste ver, son muy ocupados, ya sea como terapista o como administrativa, como madre y como esposa. Para nadie es un secreto que llevar un negocio no es fácil, y menos cuando son varias cosas a la vez. Pero te cuento que no tengo este único negocio. Tengo una compañía de seguridad, Reinforced Security Services, con la cual ofrezco servicios de guardias de seguridad en cualquier instalación que los necesite.

También poseo una compañía de limpieza, Shine Bright 305, en la que ofrecemos servicios solo a centros comerciales.

Otro negocio que atiendo es el de vender propiedades para uso personal o comercial y, como me parece poco, vendo seguros de vida.

No me preguntes cómo puedo llevar tantas cosas, porque no lo sé. ¡Solo lo hago y ya!

Jamás, en toda mi vida profesional había conversado con una exdeportista tan capacitada y tenaz. Realmente, Migsey Dusu es una “joyita”.

Migsey integró la escuadra cubana que se llevó el oro en florete por equipo en los Panamericanos de Winnipeg 99. Foto: Cortesía a CiberCuba

¿Cuándo llegaste a Estados Unidos, por qué vía?

Llegué en el año 2005. Entré directo a México y, por la frontera, de Reinosa a EE.UU.

¿Familia?, ¿la niña será deportista?

Estoy casada con Mariano Leyva, exentrenador de la selección cubana de boxeo y también exentrenador del equipo olímpico de boxeo de México. Participó en los Juegos Olímpicos de Atlanta 96 y ahí tomó la decisión de no regresar más a Cuba. Actualmente es profesor de Masaje Terapéutico en Praxis Institute y jefe del programa de Masaje Terapéutico.

Tenemos una niña de 11 años que, a pesar de ser hija de padres atletas, lo que le gusta es el arte. Nuestra princesa se llama Katherine Mariana Leyva Dusu. Comenzó a los dos años a modelar hasta los ocho; tuvimos que parar por la covid, y hoy día canta, toca piano y clarinete.

Migsey junto a su esposo e hija. Foto: Cortesía a CiberCuba

Además de ellos, tengo aquí a mi mamá, a mi hermano con mis dos sobrinos. En Cuba quedan mi papá y tres hermanas, con tres sobrinos.

Echemos una mirada atrás, tus comienzos…

Nací en Santiago de Cuba, el 25 de enero de 1972. No siempre practiqué esgrima, pues comencé por el atletismo, pero realmente no me gustaba. Además, que era mala cantidad. Practicaba salto de altura como Javier Sotomayor, pero tenía miedo de saltar esa vara y me pasaron a carrera con vallas. El primer día me caí y la profesora me dijo: “¡Levántate y sigue!”. ¿Levántate y sigue? ¡Sí, cómo no!

Fue todo para ella y para mí en el atletismo; nunca más regresé. Entonces me fui a ver a una de mis mejores amigas, la entonces floretista de la EIDE Mirialis Oñate. Ella fue mi inspiración para comenzar la esgrima.

Cuéntame de tus entrenadores.

De mi época como floretista nunca olvido a mis entrenadores. En la EIDE “Capitán Orestes Acosta”, Jorge Garbey y Fernando Bárzaga; en la ESPA Nacional, Pedro José Hernández Duquezne y Lourdes Osorio Pang (La China) y en la selección nacional (Cerro Pelado) a Osvaldo Puig, Nelson Guevara y Efigenio Favier. Todos, ¡absolutamente todos!, hicieron esgrimista a la Migsey Dusu que conocen.

Si me permites, distingo a Osvaldo Puig, que tanto me ayudó en el equipo nacional.

Precisamente, hablando de tu veleidoso deporte. Eres zurda, ¿qué representa ser zurda en la esgrima?

En la esgrima de mis tiempos, ser zurdo era un privilegio, porque no había muchos y al derecho le costaba trabajo tirar con un zurdo. Pero ahora no, porque hay tantos zurdos como derechos.

¿Qué te caracterizaba como esgrimista?

Yo era una floretista muy defensiva, tenía mucha fuerza en mis manos —bueno, Julita, tú probaste mis manos en tu espalda… Jajajaja, así que ya sabes—, y era más táctica que técnica. De mi época a la actualidad, la esgrima se ha modernizado mucho. No te puedo dar muchos detalles porque verdaderamente no he estado al tanto de los detalles. No me queda tiempo para hacerlo por las responsabilidades que tengo hoy día, pero lo que sí te puedo decir es que llevo la esgrima dentro de mi corazón.

Cuba llegó a ocupar sitiales olímpicos y mundiales. En la actualidad, ni siquiera a nivel regional levantan cabeza. Quizás sea una pregunta retórica, pero en tu opinión, ¿qué sucede?

Cuba llegó a ocupar altos pilares en los niveles centroamericano, panamericano, mundial y olímpico, antes y en mis tiempos. Lamentablemente, no puedo decir que después de mis tiempos eso se mantuviera. ¡La esgrima se fue abajo por completo!

No le ha sido fácil a la nueva generación, no tienen armas, competencias... ¡No tienen nada! Y la base destruida completamente. Cuando yo competía, tampoco había muchas competencias, no para el florete femenino ni para el sable, pero teníamos la ventaja de que el florete masculino, sí competía mucho y tirábamos asaltos con ellos y de cierta manera, nos ayudaba un poquito.

Las primeras figuras olímpicas y mundiales, de 12 Copas del Mundo, asistían a 11 aproximadamente; y nosotras, las floretistas, a dos como máximo: el Villa de La Habana, porque era en la capital, y tal vez a otra y ya... ¡Suficiente! Porque, supuestamente, no había presupuesto.

La otra parte de la preparación era “tirar con el corazón”. Así pasé ¡14 años de mi vida en el equipo nacional!

Te hacían prepararte y entrenar duro para una competencia y una semana antes te decían que no había presupuesto… ¡Qué horror! Eso que dicen que “el florete femenino hiciera una gira por Europa”… Jajajaja, ¡eso sí era un mito! Eso no existía y así y todo se atrevían a exigirnos resultados.

Me imagino que ahora no pueden ni hacer una gira nacional por la situación que atraviesa el país. Además de no haber nada, porque NO HAY NADA, es triste y lamentable, y se atreven a decir que por el bloqueo.

Lo que más me duele es que lo han repetido tantas veces, repiten y repiten lo mismo y no se ven ellos, lo que hacen adentro. Y lo más indignante es que ni ellos mismos se lo creen. En el fondo saben que no es verdad, pero... ¡ay de aquellos que opinen lo contrario! Dímelo a mí, que no hay quién me haga cuentos y lo viví. Sí, “viví en el monstruo” y sí, “le conozco bien las entrañas” porque ese país es un monstruo que se traga a sus hijos.

¿La floretista que más admiras a nivel mundial?

La floretista italiana Giovanna Trillini me encantaba como tiraba. Pero, además, era un ícono de la esgrima universal. Imagínate que participó en cinco Juegos Olímpicos con un total de ocho medallas: dos oros en Barcelona 1992, en las pruebas individual y por equipos; oro y bronce en Atlanta 1996, equipo e individual; oro y bronce en Sydney 2000, equipo e individual; plata en Atenas 2004, individual, y bronce en Beijing 2008, por equipo. Era una “monstrua”: se agenció 20 medallas en Campeonatos Mundiales entre los años 1986 y 2007 y seis en los europeos (1994 a 2007)

¿Y a nivel nacional?

A nivel nacional me gustaba Bárbara Hernández por su estilo y porque era una de mis adversarias más fuertes; sin dejar de mencionar a Caridad Estrada.

Migsey Dusu subió a podios de Copas del Mundo, Juegos Pan y Centroamericanos, así como en las Universiadas Mundiales de Palma de Mallorca 1999. Precisamente ese año fue excelente en su trayectoria porque en los Panamericanos de Winnipeg fue la campeona en florete individual e integró la escuadra líder de la competencia.

¿Cómo fue tu salida del equipo de florete tras 14 años?

Primero te digo que un atleta de alto rendimiento necesita una buena alimentación, recursos para entrenar y competir, además de una buena preparación. Lo demás es muela, que en Cuba son fanáticos a eso, a la muela. ¡Qué manera de hablar sandeces y, además, quieren que tú se las aplaudas!

Recuerdo que se hacían reuniones de capitanes de equipos en la Ciudad Deportiva y cada vez que un atleta decía cuatro verdades, le decían hasta del mal que se iba a morir. Yo hablaba con mi entrenador y le decía: “No voy hablar porque, si hablo y me ofenden, ¡esa va ser mi última vez en el equipo nacional!”.

Una vez, el periodista Rafael Pérez Valdés, del periódico Granma, me hizo una entrevista polémica. ¿Y qué pasó? Que por yo decir la verdad de lo que le pasaba al florete femenino, ¡por favor, ya tú sabes! Prohibieron las entrevistas a los atletas, a menos que fuera aprobada por el comisionado nacional. ¡El colmo de la tiranía! Es que allá en Cuba todo tiene que pasar por el filtro y decir lo que ellos quieren que tú digas.

Todo eso fue haciendo mella en mí y así, salí del equipo nacional en 2003; no de la manera que yo quería, por cierto.

¿Y cómo fue?

Mira, te hago la historia de lo que pasó: yo tenía un novio y él se fue definitivamente de Cuba. Yo siempre fui clara y le dije que, cuando eso sucediera, nos separábamos porque yo no quería irme del país. En esos momentos, me estaba preparando para los Juegos Panamericanos de República Dominicana 2003.

Yo era la primera figura de Cuba y campeona panamericana, pero... la Seguridad del Estado pasó por mi barrio y se enteró de que mi novio se había ido.

Pues, dieron la orden de que yo no podía salir del país bajo ningún concepto. Para mi mala suerte, estaba lesionada de la rodilla y trataron de “agarrarse” de eso para impedirme ir a la competencia.

A mí me atendía el profesor Rodrigo Álvarez Cambras, en el Hospital Ortopédico “Frank País”, pero al tener una salida, me vio el Dr. Antonio Castro. Le conté mi problema y ni corto ni perezoso me dio el alta, para que yo empezara a entrenar.

O sea, no podían esgrimir mi salud. No obstante, en el Cerro Pelado me dijeron que había que hacerme un chequeo antes, durante y después del entrenamiento. En el entrenamiento inventaron un desgarre en la rodilla y, por ende, tenía que parar. ¡Mentira, Julita! Yo me estaba recuperando bien, me reuní con los médicos del “Frank País” y entonces, por orden estricta de la Seguridad del Estado, me dijeron lo mismo. ¡¿Tú puedes creer eso?!

Me reuní con la gente del Partido y me dijeron que ellos no podían “cambiar atletas por medallas”. ¿Serán descarados? Las veces que tuve que competir a rastras, infilltrada, exigiendo resultados, pero en ese momento no podían “cambiar atletas por medallas”.

Estuve 14 años en el equipo nacional de esgrima y estuvieron todo el tiempo inyectándome la rodilla para que compitiera. Lo que pasa es que en Cuba la gente no tiene criterio propio. Son un montón de marionetas haciendo lo que el gobierno quiere. ¡Es increíble! No me dejaron competir en el Villa de La Habana, porque si lo hacían, con mi actuación los obligaba a llevarme a los Panamericanos de República Dominicana 2003.

Y así fue como tuve que retirarme, pero NO de la manera que yo quería hacerlo. Yo quería revalidar mi título continental, pero lamentablemente, no me dejaron.

Ahí decidí hacer lo que no había pensado: ¡irme de Cuba! No quería estar en un país tan hipócrita. Recuerdo que lloré mucho, pero eso me ayudó a sanar y a darme cuenta de la basura que es el comunismo, y hoy día llevo 20 años en Estados Unidos, esta gran nación a la que agradezco mucho por haberme acogido, permitirme ser una honorable ciudadana estadounidense y darme muchas oportunidades, ayudándome a ser la persona que hoy soy.

Le doy gracias a Dios, e incluso a ellos por haberme hecho lo que me hicieron, para poder darme cuenta de cómo realmente funcionan, e impulsarme a tomar la decisión de salirme de aquella basura.

Aquí tengo a mi hija, nacida en EE.UU., tengo a mi esposo, mi casa, mis autos, mis negocios. Camino feliz y decidida de que siempre se puede hacer EN LIBERTAD todo lo que se desea, si pones empeño y fe.

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Julita Osendi

Graduada de Periodismo en la Universidad de La Habana 1977. Periodista, comentarista deportiva, locutora y realizadora de más de 80 documentales y reportajes especiales. Entre mis coberturas periodísticas más relevantes se hallan 6 Juegos Olímpicos, 6 Campeonatos Mundiales de Atletismo, 3 Clásicos


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Julita Osendi

Julita Osendi

Graduada de Periodismo en la Universidad de La Habana 1977. Periodista, comentarista deportiva, locutora y realizadora de más de 80 documentales y reportajes especiales. Entre mis coberturas periodísticas más relevantes se hallan 6 Juegos Olímpicos, 6 Campeonatos Mundiales de Atletismo, 3 Clásicos

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