Mayelin Rodríguez Roche, una cubana residente en Camagüey, denunció a través de un video en la red social Facebook el robo de parte del contenido de un paquete que le fue enviado desde Italia.
En su testimonio, Rodríguez expresó su frustración al descubrir que de los 20 kilogramos (kg) que pesaba originalmente la caja, más de ocho desaparecieron durante el proceso de entrega, que incluyó su paso por la Aduana de La Habana y la oficina de Correos en su provincia de residencia.
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"Alibaba y los 40 ladrones es un cuento, pero lo mío fue una triste realidad", lamentó en las palabras que acompañaron su video.
Explicó que, aunque el paquete fue reportado como roto y con pérdida de peso por el correo de Senado en el municipio de Minas, nunca imaginó el desastre que encontraría.
Su desilusión ante la falta de control y responsabilidad por parte del sistema postal cubano se refleja en sus palabras: "¿Se rompió en el avión o dónde? Es el personal en quien se debe confiar, pero todo esto parece ser una burla", concluyó con indignación.
Este tipo de denuncias de robo y pérdidas en envíos internacionales son cada vez más comunes en la isla, lo que genera una gran desconfianza hacia el sistema de correos y aduanas en la isla.
Hace dos meses, una cubana denunció que fue víctima de un robo al recibir un paquete a través de la empresa Correos de Cuba en Cárdenas, Matanzas, donde, según su relato, le colocaron una bolsa con tornillos para rellenar el bulto después de sustraer parte del contenido original.
A través de la red social Facebook, la usuaria Lisandra Ramos Leyva brindó detalles del suceso: “Acabo de recoger un paquete en el correo de Cárdenas, lo revisé por fuera y aparentemente estaba sellado, con sus etiquetas intactas”.
Y agregó: “Al llegar a la casa y abrirlo reviso las cosas, comparando con la lista que ya tenía y me faltan tres piezas de ropa. Me rellenaron el peso con esa jaba de tornillos oxidados. Cuando revisamos el fondo del paquete, que fue por donde lo abrieron, estaba cerrado con cinta transparente y esos tornillos en el fondo”.
Ante tal desagradable panorama, Ramos preguntó: ¿Quisiera saber dónde rayos hay que quejarse, porque son muchísimas personas a las que le están robando las cosas?, escribió antes de comentar que había visto una publicación de un caso similar en Colón, otro municipio de la provincia.
Los damnificados pocas veces logran resolver el problema pese a que la entidad tiene la misión de brindar servicios con seguridad y responder ante cualquier inconveniente.
En el mes de abril, el Grupo Empresarial Correos de Cuba (GECC) dijo que realizaba un ambicioso proceso inversionista destinado a la automatización y transformación digital de sus operaciones.
Supuestamente, la inversión estaba dirigida a mejorar la automatización y transformación digital de las operaciones, lo cual todavía no logra constatarse y son constantes las pérdidas y los atrasos.
De hecho, hace apenas un par de semanas, el GECC confirmó en sus redes sociales que la falta de combustible provocaba importantes retrasos en la entrega de paquetería en todo el país.
A través de respuestas a los reclamos de varios usuarios, la entidad reconoció que el déficit de combustible afecta negativamente la capacidad de transporte y distribución de los envíos.
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