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Una mujer criticó este viernes la pésima calidad de la pasta de ajo que la Empresa Agroindustrial Ceballos comercializa en la ciudad de Santiago de Cuba: “Parece que con una pequeña porción hicieron un tanque”.
Adis Otero Barrios expresó su frustración en Facebook, señalando que la empresa vende el producto a un precio de 120 pesos en las ferias agropecuarias del reparto Sueño.
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“Otro engaño a la población”, expresó la santiaguera. “El ajo se quedó en Ciego de Ávila y nada natural, es algo pastoso que no tiene olor a ajo y el sabor no lo he encontrado”, criticó.
“¿Dónde está el control de calidad de la Empresa Agroindustrial Ceballos, que permite que estos productos no cumplan con el eslogan de 'Genuina Frescura Natural' y se vendan sin calidad?”, cuestionó Otero con evidente indignación.
Además, lanzó una crítica directa: “¿A quién culpamos, al bloqueo?”, insinuando que el verdadero culpable de la pésima calidad del producto es el régimen, que es incapaz de garantizar productos básicos con los estándares mínimos.
“Revísense, que los propios cubanos nos estamos faltando el respeto”, subrayó, y al mismo tiempo alertó: “Amigos, no lo compren porque perderán su dinero”, concluyó.
Aunque la denuncia fue hecha recientemente, el problema de la calidad de la pasta de ajos producida por la marca Ceballos no es nuevo en Santiago de Cuba.
En junio, Antonio Sarmiento del Castillo alertó en el grupo de Facebook “Compra y venta Revolico. Santiago de Cuba” que ese producto era una estafa.
“Al abrirlo, su contenido era, agua con harina y sal, ni siquiera algo que pudiera parecerse al sabor de ajo”, señaló el hombre, quien además criticó el elevado precio del producto, que costaba 190 pesos.
“Hago esta publicación para alertar de que otros consumidores ingenuos como yo, caigan con ese engaño y estafa”, apuntó Sarmiento del Castillo, quien además dijo que compró la pasta en las ferias agropecuarias que se realizan los sábados en el reparto Sueño.
Luego de que el régimen cubano anunciara la disminución del gramaje y el precio del pan que vende al pueblo a través de la canasta básica, las redes sociales se han llenado de imágenes de personas criticando la medida.
Varios perfiles en Facebook denunciaron que el pan no llegaba a los 60 gramos estipulados y además mostraron imágenes del pan normado, que a duras penas sobrepasaba el tamaño de un frasco de gotas para los ojos.
Un residente de la provincia de Sancti Spíritus denunció en julio la pésima calidad de un yogur comprado en una feria, el cual iba a ser consumido por un menor, lo que llevó al cubano a criticar el régimen, cuestionando: “¿Crees que eso sirve para un niño?”.
Michel Alayon explicó en Facebook que, durante una feria en Sancti Spíritus, compró un yogur cuyo sabor describió como "mierda con harina de pan".
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