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Aunque dejó claro que seguirá en el cargo, Kimberly Cheatle, directora del Servicio Secreto de Estados Unidos, comprendió la gravedad del asunto y asumió la responsabilidad por el atentado del sábado contra el expresidente Donald Trump.
En entrevista concedida al canal ABC, Cheatle, pese a las críticas continuas, aseguró que no planea dimitir y pondrán todos los recursos necesarios en la investigación sobre lo sucedido en el mitin en Pensilvania.
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De acuerdo con la agencia EFE, manifestó: “Asumo la responsabilidad. Yo soy la directora del Servicio Secreto, y tengo que asegurar que realizamos una investigación y que damos recursos a nuestro personal cuando sea necesario, dijo Cheatle, si bien indicó que no va a dimitir, como reclaman los más críticos.
Asimismo, sobre la posible identificación como sospechoso de Thomas Matthew Crooks antes de que este disparara al candidato, indicó que “buscar a esa persona, encontrarla, identificarla y eventualmente neutralizarla tuvo lugar en un periodo de tiempo muy corto, y eso lo hace muy difícil”.
Cheatle tendrá que testificar el próximo 22 de julio por el intento de asesinato al oficial candidato republicano a las venideras elecciones presidenciales, el 5 de noviembre.
La citación fue hecha mediante una carta firmada por James Comer, director de Supervisión y Rendición de Cuentas en el Congreso, quien publicó la misiva en su cuenta en X.
En esa línea, el Servicio Secreto ha sido bastante enfático, pues está trabajando con las agencias federales, estatales y locales en la investigación del atentado y afirmó que participará “plenamente” en la investigación independiente anunciada por el presidente, Joe Biden.
El sábado en la tarde, Trump, de 78 años, recién había iniciado un discurso de campaña en Butler, cuando un pistolero abrió fuego contra el escenario donde hablaba, alcanzando uno de los disparos la oreja derecha del exmandatario. De inmediato, agentes del Servicio Secreto acudieron a protegerlo y lo sacaron del lugar.
El atacante, un joven de solo 20 años identificado como Thomas Matthew Crooks, disparó desde el tejado de un edificio situado a unos 140 metros del escenario donde Trump hablaba. Tras ser abatido por agentes del Servicio Secreto, se encontró un fusil semiautomático tipo AR-15 cerca de su cuerpo.
En el lugar del evento y producto de los disparos falleció el exbombero Corey Comperatore, de 50 años, quien utilizó su cuerpo como escudo para proteger de las balas a su esposa e hija.
Se conoce que otras dos personas resultaron heridas y se encontraban estables.
El tiroteo ocurrió días antes de que Trump acepte formalmente la nominación presidencial republicana y a menos de cuatro meses de las elecciones, cuando Trump busca la revancha con el actual presidente demócrata, Joe Biden.
Tras recibir los votos de suficientes delegados en la Convención Nacional Republicana, Trump será el candidato oficial de su partido para competir en las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos.
Aunque por meses el exmandatario ha sido el virtual candidato, este lunes quedó oficializada su postulación en Milwaukee, donde se desarrolla el evento republicano.
De esta forma, el exmandatario contenderá en su tercera elección consecutiva, resultando ganador en 2016 y perdedor en 2020.
Kimberly Cheatle, por su parte, tiene más de 28 años de carrera en el Servicio Secreto de EE.UU., dirige la agencia desde septiembre de 2022 y es su 27.º director y segunda mujer en el cargo.
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