El gobierno ruso dijo este jueves que no hay motivos para que ningún país, incluido Estados Unidos, esté preocupado por la presencia de buques de guerra rusos en Cuba.
Cuando se le preguntó sobre el supuesto nerviosismo en Washington por el temor de que Rusia pudiera transferir personal militar a Cuba o incluso crear una base militar en la isla, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que tales ejercicios constituyen una práctica común.
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"Esta es una práctica normal para todos los estados, incluida una potencia marítima tan grande como Rusia. Así que no vemos ningún motivo de preocupación en este caso", contestó el portavoz ruso en declaraciones recogidas por la agencia Reuters.
El asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, dijo por su parte que no hay pruebas de que Rusia vaya a transferir misiles a Cuba, pero aclaró que Estados Unidos permanecerá alerta.
La moderna fragata Almirante Gorshkov y el submarino de propulsión nuclear Kazán, medio sumergido y con su tripulación en cubierta, llegaron en la mañana de este miércoles a Cuba tras realizar un entrenamiento de "armas misilísticas de alta precisión" en el océano Atlántico.
Arribaron acompañados del buque petrolero de la flota Pashin y remolcador de salvamento Nikolai Chiker (SB-131), de la agrupación naval de la Flota del Norte.
Previamente, el gobierno de Estados Unidos empleó varios buques de guerra y un avión de reconocimiento submarino en rastrear el curso de la flotilla rusa.
El Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX) de Cuba anunció la semana pasada la llegada a La Habana, en “visita oficial” del 12 al 17 de junio de varios buques de la Marina de Guerra de Rusia, entre ellos un submarino de propulsión nuclear.
La nota oficial indicó que la visita está en consonancia “con las históricas relaciones de amistad entre Cuba y la Federación de Rusia”, y que “se acoge estrictamente a las regulaciones internacionales de las cuales Cuba es Estado parte".
El MINREX precisó que ninguno de los busques es portador de armas nucleares y que su escala en el país no representa amenaza para la región.
El senador cubanoamericano Marco Rubio, por su parte, pidió al presidente Joe Biden que no se quedara cruzado de brazos, y recordó que no ha habido un submarino ruso con misiles con capacidad nuclear operando en el Caribe desde hace más de 30 años.
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