El gobierno cubano aprobó nuevas regulaciones para la importación de plantas y productos vegetales, en un esfuerzo por proteger la isla de posibles enfermedades y plagas extranjeras.
La Resolución 27-2024 del Ministerio de la Agricultura, se publicó en la Gaceta Oficial del 21 de febrero. El régimen asegura que el objetivo del reglamento es resguardar la flora nacional de daños fitosanitarios.
Bajo las nuevas directrices, queda restringido el ingreso de múltiples artículos regulados a menos que cumplan con estrictas medidas de control.
Entre estos se encuentran las especies de plantas vivas y sus partes, semillas, flores y follajes cortados; productos alimentarios en su forma natural o semi-elaborada como granos, frutas y verduras; piensos y forrajes; productos forestales; envases susceptibles de ser portadores de plagas; tierra, microorganismos, y otros.
La dirección responsable de autorizar las importaciones será la Dirección de Sanidad Vegetal del Ministerio de la Agricultura.
Específicamente, a los inspectores en los puntos de entrada al país les compete la autorización del ingreso de artículos no comerciales, siempre que su estado fitosanitario lo permita y sus orígenes sean aprobados.
Algunos productos aptos para el consumo humano, como té, manzanilla y frutos secos procesados en envases sellados, así como artículos de artesanía de madera, sí podrán entrar al país bajo ciertas condiciones.
Además, se establece que las personas o entidades interesadas en realizar importaciones proporcionen información detallada y soliciten permiso con anticipación.
Los importadores cubanos, ya sean personas naturales o jurídicas, deben garantizar el cumplimiento de las normativas de almacenamiento y conservación, para mantener los estándares fitosanitarios.
Cualquier importación aprobada bajo este reglamento estará sujeta a inspección y análisis de laboratorio a su llegada al país. La ausencia de cumplimiento de los requisitos establecidos conllevará la prohibición de la entrada de los productos al país.
Esta nueva resolución deroga regulaciones previas y establece un vigor a partir de los 60 días naturales tras su publicación. Asimismo, los importadores serán responsables de los gastos derivados de las acciones de desinfección o cualquier medida necesaria cuando los artículos no cumplan con las normas.
El gobierno señaló que estos cambios significan un importante paso para la protección de la biodiversidad de Cuba y el aseguramiento de la salud de su sector agrícola, vital para la economía del país.
En enero el gobierno también impuso restricciones sanitarias para la importación de productos de origen animal. En caso de incumplirse estas medidas, los viajeros que lleguen a la isla podrían sufrir decomisos inesperados en los aeropuerto del país.
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