Cuando se junta el hambre con las ganas de comer

La Empresa Productora y Distribuidora de Alimentos de Holguín decidió aumentar su producción y actividad económica apoyándose en el empleo de las fuentes renovables de energía.

Así lo dio a conocer el medio oficialista Juventud Rebelde, indicando que la empresa estatal pretende disminuir el consumo eléctrico y ejecutar un cambio de matriz energética que les permita aumentar sus niveles de producción.

Con el país sumido en la mayor crisis socioeconómica de su historia y los cubanos padeciendo como nunca antes los flagelos del hambre y los cortes de energía eléctrica, la Empresa Provincial Productora y Distribuidora de Alimentos (Numa) se propuso dar un paso arriesgado en busca de la “soberanía” energética y alimentaria que promueve el régimen cubano.

“Continuaremos buscando soberanía y gestión energética, a partir del examen de un diagnóstico aplicado desde la ciencia y el vínculo con la Universidad nuestra, en función de identificar posibilidades y acciones de modernización”, declaró Kirenia Balada, directora general de Numa.

Acorde a sus palabras, la empresa trabaja en la primera etapa de instalación de placas solares para producir 2.4 kW y ocho calentadores solares en centros municipales, “comprobándose el ahorro energético diario y un impacto en la productividad”.

Las autoridades provinciales exigieron a la empresa holguinera “acudir a la inteligencia colectiva del sector, y dedicarle más tiempo a lo disponible en materia de recursos, lo novedoso y las potencialidades”.

Además, les exhortaron a “aprovechar materias primas endógenas (incluidas las agrícolas) y encadenamientos productivos y la revitalización de sus 186 unidades, ubicadas por toda la geografía holguinera”.

Parece que las autoridades y la prensa oficialista cubana creen en el poder de la "resistencia creativa", la "inteligencia colectiva" y en la estrategia para la "transición energética en Cuba" del gobernante Miguel Díaz-Canel, más allá de la evidencia empírica.

Con la población angustiada con los apagones y la escasez de alimentos, los propagandistas de Palacio siguen vendiendo humo en su afán de manipular a la opinión pública, juntando -como en esta ocasión- “el hambre con las ganas de comer”.