Alfonso del Nodal, un camionero cubano que transitaba por la Interestatal-75 el pasado viernes, fue testigo directo del momento en que un avión privado se estrelló sobre la carretera, escena que fue grabada por la cámara de su vehículo.
Del Nodal explicó en declaraciones a Telemundo 51 que él venía conduciendo un camión 18 ruedas cuando vio por el retrovisor del chofer un avión que venía “bien bajito”, algo que que lo sorprendió pues sabe que por esa zona no hay ningún aeropuerto cerca.
"En el momento que lo pensé, ya lo vi al lado de mi ventanilla... más cerquita y más cerquita... hasta que crash, cayó”, detallá.
Cuenta que, obligado a frenar por la gran bola de fuego y humo, la actitud de él y de otros testigos fue bajarse de sus vehículos y tratar de ayudar, pero el calor era mucho.
"El humo enseguida llegó al cielo. Las buenas personas nos bajamos, pero el calor no nos dejaba, y llegando a la llamarada hubo una segunda explosión, ya en tierra...", describió el conductor, quien lleva 30 años en la carretera y dice que nunca le había tocado vivir algo igual.
Alfonso del Nodal dice que finalmente retomó la marcha apartándose lo más posible de la zona, pero asegura que sintió en todo momento la alta temperatura que despedía la escena del siniestro.
Tres pasajeros lograron salir del avión en llamas, pero al ser interrogados por otro conductor que cruzó los carriles, confirmaron que el piloto y el copiloto seguían en la aeronave. Las víctimas mortales fueron Murphy e Ian Frederick Hofmann, de 65 años, quienes murieron carbonizados.
La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte indaga las causas del accidente, para lo cual examina los registros de mantenimiento de la aeronave así como la pericia del piloto fallecido.
En sus últimas palabras, el piloto dijo con aplomo a un controlador aéreo que el avión había perdido los dos motores y que no llegarían a tiempo a la pista de aterrizaje. El hecho ocurrió sobre las 15:15 p.m. del 9 de febrero en los carriles en dirección sur de la I-75.
Tres personas salieron con vida de la aeronave, un Bombardier Challenger 604 que había salido del aeropuerto de la Universidad Estatal de Ohio, en Columbus, con destino a Naples, según informó la Administración Federal de Aviación.
El avión intentó aterrizar en la carretera pero chocó contra un vehículo cerca del punto kilométrico 107 y su parte delantera se incendió, informó la Patrulla de Carreteras de Florida. Un testigo del incidente dijo que el ala del avión arrastró el coche delante del suyo y lo pulverizó.
John Galiano, expiloto de la Marina de Estados Unidos, dijo que es muy raro que fallen dos motores en cualquier avión multimotor. Al respecto, sugirió que probablemente una bandada de pájaros causó el accidente o un defecto o problema de mantenimiento.
El avión estaba registrado a nombre de East Shore Aviation LLC, con sede en Fort Lauderdale, según la FAA. Hop-a-Jet lo incluye en su flota de aviones chárter.
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