El primer ministro del régimen cubano, Manuel Marrero Cruz, explicó a los trabajadores de la Hilandería Inejiro Asanuma de Gibara cómo hará el gobierno de Miguel Díaz-Canel para “corregir las distorsiones y reimpulsar la economía”.
En una visita realizada este sábado, el dirigente se refirió al “paquetazo” de medidas diseñado por el régimen cubano para conseguir el equilibrio macroeconómico, haciendo un gran esfuerzo por enmascarar el sabor amargo de un ajuste que ha generado rechazo e indignación entre la población.
Lo más leído hoy:
Ante la impopularidad y las protestas de los cubanos por el alza de precios de servicios y productos de primera necesidad, los dirigentes han tenido que abandonar sus despachos de Palacio para recorrer pueblos y ciudades, en una estrategia de imagen que les haga parecer cercano a las víctimas de su política económica.
“El municipio es el escenario principal donde se deben implementar estas proyecciones, lo que exige el perfeccionamiento de la gestión de Gobierno a escala territorial, en concordancia con su estrategia de desarrollo y la articulación de todos los actores”, tuiteó el primer ministro, acompañado de la etiqueta #QueNadieQuedeAtrás.
Según Marrero Cruz, esas “proyecciones” del gobierno “son una oportunidad para que todos nos miremos hacia adentro y empecemos a hacer las cosas diferentes”.
“Las proyecciones del gobierno para corregir esas distorsiones y reimpulsar la economía no son un ‘paquete de medidas’, son unas proyecciones con acciones concretas”, insistió el dirigente, enfrascado también en invalidar la narrativa de la sociedad civil acerca del “paquetazo”, un término que evidentemente ha molestado al gobierno.
Llama la atención la insistencia en pulverizar el término de “paquete de medidas”, y en su lugar referirse a “acciones concretas de gobierno”. ¿No son lo mismo; en qué se diferencian?
Pero en la hilandería, Marrero se esforzó además en explicar la hoja de ruta del gobierno. “¿Qué es lo que es corregir distorsiones?”, se preguntó retóricamente.
“Es ver, en primer lugar, qué cosas he hecho mal, qué cosa hay que rectificar, qué cosas debemos restituir: la disciplina, el control, la exigencia, corregir cosas que no van por el camino correcto y hacerlo con todo sentido de modestia, pero también con un alto sentido de autocrítica y poder avanzar en eso”, definió.
¿Y reimpulsar la economía, qué es? Según Marrero, “si ya estamos trabajando mucho, si estamos produciendo, [es preguntarse] qué nos faltaría para poder producir más, para poder ganar más”.
“Los recursos más seguros de los que podemos disponer serán los que seamos capaces de producir, y para ello hay que incrementar la exigencia en cuanto a la necesidad de trabajar, trabajar más y trabajar bien”, dijo Marrero en X.
Sin embargo, en la Hilandería Inejiro Asanuma, fue más preciso y cargó sobre los hombros de los municipios la responsabilidad de producir esos recursos. “El municipio es la célula vida donde se desarrolla la vida social y económica de la población. El papel principal del municipio es satisfacer las necesidades fundamentales de su pueblo”.
Ingresar más y reducir gastos, fue la fórmula ofrecida por Marrero Cruz a las autoridades municipales. Revisar las estructuras de gobierno, reducir la burocracia, activar todas las potencialidades productivas, implementar de manera correcta las políticas sociales… estas fueron algunas de sus recomendaciones para “corregir distorsiones” a nivel local.
“Aquí hay... 2,600 ancianitos que viven solos”, resaltó el diputado de Gibara, ajeno por completo a la responsabilidad del régimen que dirige en la crisis migratoria cubana, y su incidencia en la composición poblacional de la Isla.
También se refirió a la eliminación de la libreta de abastecimiento y la implementación de una política de subsidios a las personas vulnerables, no a los productos. “¿Qué es lo que queremos? Que, los que mucho tienen, paguen realmente lo que valen las cosas”.
Ante la inminente subida del precio del combustible y el transporte público, ¿qué propone el gobierno de Díaz-Canel? Según Marrero Cruz, “la prioridad es ver cómo nosotros recuperamos y ampliamos el servicio público desde la empresa estatal en todas las ciudades”. Pero también “concertar precios” con los transportistas privados.
Dijo el primer ministro que “no hay ninguna avalancha contra las MIPYMES”, que no se va “a tomar ninguna decisión que no esté pensada, que no esté organizada, que no estén creadas las condiciones”, y que el régimen cubano está convencido “de que vamos a avanzar”.
“Nosotros tenemos el convencimiento de que esta situación compleja, que [se repite] en la historia de la revolución… vamos a salir de ella, de una manera victoriosa, de una manera organizada, con el apoyo del pueblo, con toda la fuerza que tenemos, con todo el ánimo”, añadió.
Para ello, reveló que el gobierno “está concentrado” en “garantizar que esto se haga con eficiencia”.
“Nosotros tenemos que lograr la comprensión de que este programa, estas proyecciones del gobierno, van dirigidas a ir de una manera gradual a corregir todas esas distorsiones. Para ver cómo nosotros fortalecemos la empresa estatal socialista, que de verdad sea eficiente, que de verdad produzca al pueblo”, afirmó Marrero Cruz.
Doce minutos de arenga en la hilandería de Gibara -y un gran esfuerzo para encontrar los eufemismos adecuados en su explicación- bastaron al diputado para estropear la camisa con el sudor que salía a chorros, junto al incoherente discurso.
“¿Qué más podemos hacer?... Vamos a tener mano dura con todo lo mal hecho. Vamos a irle arriba a la chapuzaría, a la blandenguería. Tenemos que sumarnos todos para realmente lograr los objetivos, que no son otros que ver cómo logramos salir de esta situación, y lograr una mayor prosperidad para nuestro pueblo”.
Archivado en: