Carlos Alexander Travieso, el cubano que asesinó a tiros a su exnovia y a la madre de esta en su apartamento en Miami, le había pedido matrimonio a la joven hace unos meses.
Travieso, de 48 años y padre de seis hijos, mató el miércoles pasado a su expareja Isbelsy Olivera Cartalla, de 22 años, y a la madre de ella, Irisbel Cartalla, de 50, ambas camagüeyanas.
En enero, Isbelsy compartió en su cuenta de Tik Tok un video en el que mostraba la fiesta de compromiso con su entonces novio, en la que ambos se veían felices rodeados de familiares y amigos.
"Cásate conmigo", decían los globos que el hombre colocó en el pared del elegante salón.
Tiempo después, la pareja se separó, sin que hasta el momento hayan trascendido detalles de la ruptura.
"No sabemos todavía por qué terminó la relación o por qué quiso matarla, no solo a la de 22 años, sino a la madre también", dijo a América TeVe, Mike Vega, vocero de la policía de Miami.
Isbelsy y su madre fallecieron el miércoles sobre las 9:30 am en el edificio Yolanda Villas, ubicado en el 801 del noroeste y la avenida 47. Tras cometer el crimen, el hombre se entregó a las autoridades y confesó el hecho.
"Mirando los vídeos que nuestros detectives pudieron obtener, sabemos que él estaba caminando en el área por lo menos media hora antes de que sucedió el crimen; sabemos que él estaba escondido detrás de una puerta que es una escalera que va hacia abajo", detalló el portavoz de la policía.
Travieso irrumpió a la fuerza en el apartamento cuando una cliente de su exnovia -quien trabajaba como manicura en la vivienda lugar- entraba al lugar.
El homicida compareció este jueves en la corte, acusado de dos cargos de homicidio en primer grado, donde la jueza Mindy Glazer le negó el derecho a fianza.
"Existen motivos fundados para las causas de homicidio en primer grado no tiene fianza en la primera causa, ni tiene fianza en la segunda causa", dijo la magistrada.
Carlos deberá presentarse nuevamente en 24 días ante un juez, donde se le hará la lectura formal de los cargos que enfrenta.
Sus últimas publicaciones en Internet dejan entrever que atravesaba por un período de turbulencia emocional, con textos llenos de frases breves y enigmáticas.
El punto culminante fue un post del pasado 10 de diciembre, tres días antes del crimen, en el que escribió: "Gracias adiós por perdonarme ya estoy listo para todo amén" [sic], junto a un fragmento de un video de un predicador.
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