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Manuel Anido Cuesta, hijo de Lis Cuesta Peraza y “opositor” en la familia del gobernante Miguel Díaz-Canel (según sus propias palabras), viajó a Emiratos Árabes Unidos con su padrastro, su madre y el resto de la comitiva oficial que le acompañó.
Graduado de Derecho, Anido Cuesta, es ya un habitual en los viajes del gobernante cubano. Al igual que su madre, su papel institucional no está claramente definido, pero viaja en las delegaciones oficiales a costa del erario público.
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Tal y como Lis Cuesta no es la “primera dama”, pero representa –en la medida de sus posibilidades- ese papel durante las giras de su esposo, Anido Cuesta se alza como figura ambigua dentro de la nomenclatura del régimen.
Tan confusa resulta su presencia en las delegaciones presidenciales de la dictadura, que, a finales de junio, Díaz-Canel se lo presentó al Papa Francisco como el hijo de Cuesta Peraza, en un saludo protocolario que no tuvo desperdicio.
No lo presentó como su hijo, sino el de su esposa, esa “no primera dama” que estaba de primera en la fila, seguida del hijastro del gobernante y del canciller Bruno Rodríguez Parrilla, ese director de orquesta que se encarga de que Díaz-Canel parezca el gobernante de Cuba en tales ocasiones.
Este miércoles, Díaz-Canel se reunió en Dubái con el jeque Mohamad Bin Zayed Al Nahyan, presidente de Emiratos Árabes, como parte de la gira que realiza desde el martes por Oriente Medio.
Los medios oficialistas cubanos y los ujieres de Palacio no mencionaron a Anido Cuesta, ni explicaron al pueblo que paga sus viajes cuál es la función de este joven protagonista de la pantomima que representa el matrimonio Cuesta-Díaz-Canel.
Una fotografía publicada en el diario de Emiratos Árabes, Al Khaleej, mostró a Díaz-Canel desternillado de risa con el Jeque (“que Dios lo proteja”), y detrás de él, también riendo, al “opositor” de la familia -según la presentación oficiada por el líder de la “continuidad” en el Vaticano.
¿Cuál fue el chiste?, se preguntarán los que vean la imagen de esa delegación que dice representar a Cuba, liderada por un “hombre de paja” que intenta revestir de legitimidad un esperpento en el que participa su familia como parte del “gobierno”: ese que es responsable del hambre, la falta de derechos y libertades, y la represión sobre los cubanos.
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