El ministro de la Industria Alimentaria de Cuba, Manuel Sobrino Martínez, achacó la falta de pescado en el país a que hay más de 60 barcos parados.
Al comparecer el martes en la Mesa Redonda, Sobrino expresó que la actividad pesquera no anda bien este año -como si en años anteriores hubiera estado bien-; que el plan va a un 58%, con un 23% menos de lo que se hizo en 2022.
"Tenemos más de 60 barcos parados en el país. Un motor de un barco oscila entre los 25,000 y los 40,000 dólares, los suministradores habituales de esa tecnología no nos quieren vender o quieren que se les entregue el dinero por adelantado", precisó.
El dirigente, que en 2020 dijo que "si nos damos el gusto de comer langosta y camarones faltará la leche de los niños", afirma ahora que el gobierno ha tenido que "decidir si comprar la leche en polvo o el trigo, o los motores; por lo que ha habido que esperar a otro momento para adquirir los motores".
Más adelante detalló que la industria pesquera requiere como promedio seis millones de dólares al año.
"Hace cuatro años que no habíamos podido comprar artes de pesca, pero gracias a las medidas adoptadas llegaron al país dos millones de artes de pesca, por lo que esperamos una cierta recuperación en la actividad pesquera", señaló.
Sobrino Martínez comentó que el gobierno ha eliminado trabas que frenaban a los pescadores no estatales y limitaban la venta de sus capturas en los asentamientos pesqueros.
"Cuba tiene un potencial de capturar 12 mil toneladas de peces al año, un límite al cual no llegamos. Sin embargo, damos pasos para recuperar nuestras producciones", apuntó.
Según el titular, la cifra de embarcaciones privadas con licencia de pesca aumentó a 4,302, y se legalizaron varias acciones que estaban al margen de la ley. Ahora se permite a entidades estatales reparar barcos de pesca privados y se aprobó que estos usen motores de hasta 60 caballos de fuerza.
Al parecer, el régimen pretende hacer recaer la supuesta "recuperación del sector pesquero" en las pequeñas embarcaciones privadas, ante la imposibilidad del Estado de rehabilitar una flota pesquera propia.
"Cada una de las decisiones tributa a la producción de alimentos desde la propia localidad. No renunciamos a la transformación de nuestra flota pesquera, pero por el momento estos incrementos son muy valiosos", subrayó.
En junio pasado, Mydalis Naranjo Blanco, viceministra de la Industria Alimentaria, afirmó que la falta de pescado en los comercios se debe a la falta de peces en las aguas de Cuba.
"Aunque somos un país que está rodeado de mar, nuestras aguas no poseen los niveles de pescado que necesitamos para cubrir la demanda de la población", dijo.
Las palabras de la funcionaria, aunque no carecen de cierta razón, provocaron indignación en la población. Y es que la prensa estatal suele reportar sobrecumplimientos en la pesca cubana de mariscos (camarón) y crustáceos (jaiba y langosta), que se destinan a la exportación.
Este martes, en otro momento de su intervención, el ministro Sobrino Martínez expresó que el gobierno no está tomando medidas económicas neoliberales. Puso como ejemplo la leche normada, y aseguró que se hace un gran esfuerzo para garantizar un litro de leche diario a más de un millón de niños.
"El gobierno cubano sigue vendiendo ese litro de leche a 25 centavos en moneda nacional y asumiendo todos los gastos de la diferencia. Un gobierno neoliberal hoy estuviera cobrando por ese litro de leche 125 pesos", señaló, y recordó que el litro de leche en el mercado mundial cuesta unos 50 centavos dólar.
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