El Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) denunció el preocupante incremento de la pobreza extrema en Cuba.
La organización no gubernamental detalló en el VI Informe sobre el Estado de los Derechos Sociales en Cuba, que "el 88% de los cubanos vive en pobreza extrema, un 13% más que en 2022".
El cálculo se realiza según los ingresos totales y siguiendo la pauta de $1,90 dólares diarios para determinar el umbral de la pobreza, para un hogar de tres miembros.
En 2023 la inflación en Cuba ha empujado a miles de familia a una situación extrema. Además, esto agudiza la carencia de alimentos pues aunque se encuentre la comida en algunos mercados, su costo es inaccesible para muchas personas.
La investigación del OCDH incluyó 1,354 entrevistas personales en 75 municipios cubanos, entre el 12 de julio y 7 de agosto de 2023.
Las cuestiones que más preocupación generan en los ciudadanos son la crisis alimentaria (70% de los casos entrevistados); los salarios (50%) y la inflación (34%).
El 68% de ciudadanos valora como “muy negativa” la gestión del gobierno. Más del 80% de los encuestados considera que la inversión pública en educación, vivienda, agricultura y alimentación, y salud pública y hospitales es insuficiente.
Los datos demuestran un empeoramiento de la sanidad pública. Un 15% de la población ha tomado medicinas vencidas, y el 32% de quienes necesitaron medicamentos no pudieron conseguirlos.
El informe señala que el 62% de los cubanos tiene problemas para comprar lo más esencial para sobrevivir, especialmente si son jubilados.
En abril DatoWorld, un reconocido observatorio electoral internacional, señaló a Cuba como el país más pobre de América Latina.
El país tenía en aquel momento un 72% de índice de pobreza y ese alarmante número lo sitúa al frente de los países de la región.
La situación podría empeorar en los próximos meses. Este miércoles el gobierno admitió tener dificultades y carencia de créditos para garantizar los alimentos de la canasta básica normada de la población.
Se acerca el final de un año que habían augurado sería mejor para Cuba, pero todo era parte de un engaño para intentar calmar a la población que estaba manifestándose en las calles, contra la represión y la precariedad.
Alejandro Gil Fernández, ministro de Economía y Planificación, reiteró que la “economía está en una situación compleja” y reconoció que no tienen créditos para comprar alimentos.
"Sabemos que es complicado encontrar los alimentos del día a día, es complicado un apagón de ocho y diez horas, el tema del transporte... pero confianza, la única salida es la revolución y el socialismo", expresó.
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