La madre del recluso Lázaro Lenin Almenares Álvarez, quien falleció en una prisión de la provincia de Granma sin recibir la atención médica que necesitaba, exigió que la justicia actúe contra las autoridades carcelarias responsables de su muerte.
En desgarradoras imágenes, la madre cubana clama entre lágrimas que se le haga justicia a su hijo fallecido a los 32 años, quien permaneció durante seis días en la cárcel de Las Mangas, en Bayamo, con sangramientos por varios órganos, sin que se le procurara asistencia médica hasta este martes, cuando fue atendido, pero ya era demasiado tarde.
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“¡Tienen que saberlo coj….. que te dejaron morir, mi amor, mi chiquitico!”, exclama la afligida mujer, al pie del cuerpo exánime de su hijo sobre una camilla de hospital, como se observa en un video subido a redes sociales por activistas y otros usuarios.
“Te dejaron morir cuando yo pedí de rodillas en un pasillo que te trajeran aquí, c… y no lo hicieron!”, denunció.
“El dolor de una madre no se compara con nada”, dijo y pidió a Dios que “tome justicia con quien tiene que tomarla, con ese degenerado que fue quien le hizo daño a mi hijo, que no lo trajo al hospital”, señalando al o a los responsables que negaron atención médica oportuna a su hijo, un derecho humano que asiste a todas las personas recluidas en cárceles en el mundo.
En medio de su gran dolor, la mujer reconoció que “hay jefes que no tienen culpa pero hay otros que sí tienen culpa porque cuando yo llamé y reclamé, nadie me hizo caso, y nadie sabe el dolor que yo tengo ahora”.
“Tú te me vas mi’jo, pero Dios te va a recompensar”, expresó la madre. “Han intentado matarte una pila de veces, pero no lo van a hacer. Dios te va a levantar de tu tumba urgente. Tú eres grande mi vida, mi chiquitico, te adoro”.
“Cierra los ojitos, papi. Tápate, que tú tienes frío, tápate mi chiquitico, tápate mi amor”, profirió entre lágrimas mientras cubría el cadáver con una sábana, en un sobrecogedora y dolorosa escena.
Las autoridades del presidio Las Mangas negaron el auxilio médico a Almenares, cuando comenzó a sangrar por la boca, la nariz y otros conductos de su cuerpo hace una semana. Incluso, los guardias “dijeron que él no tenía nada”, que “estaba fingiendo”.
No lo llevaron al hospital hasta este martes “porque ya vieron que no había solución (…), cuando vieron que él vomitó demasiado”, señaló una denuncia de la familia publicada la víspera en redes sociales.
La familia de Almenares también denunció que el cadáver “presentaba golpes”. En las capturas subidas a la red, un familiar aseguró que su cuerpo tenía “golpes en la espalda, en las costillas y en la clavícula”.
Almenares fue condenado a nueve años de privación de libertad, sin derecho a condicional, tras ser juzgado por salir en defensa de un anciano vendedor de productos agrícolas en la ciudad de Bayamo y golpear a un policía cuando este lo agredió, según denunció la familia.
En el juicio, su abogado defensor -nombrado de oficio- no presentó testigos que alegaran cómo ocurrieron los hechos.
El fallecimiento de Almenares se suma a una serie de muertes en cárceles cubanas por negación o retardación de asistencia médica por las autoridades, lo que ha sido denunciado por activistas y organizaciones de derechos humanos.
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