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Un tribunal federal de Washington sentenció este martes a 22 años de cárcel al cubanoamericano Enrique Tarrío, exlíder de Proud Boys, por encabezar un complot para impedir la transición de poder tras las elecciones presidenciales de 2020, que derivó en el asalto al Capitolio de Estados Unidos por partidarios de Donald Trump.
La condena a Tarrío, de 39 años y residente en Miami, es la pena de prisión más severa que se haya impuesto a cualquiera de los participantes en los disturbios del 6 de enero de 2021, que hicieron temblar los cimientos de la democracia estadounidense.
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Antes de que se dictara la sentencia, Tarrío imploró clemencia al juez Timothy Kelly. Con voz quebrada dijo que decepcionó a su familia; calificó el 6 de enero como una “vergüenza nacional”, y se disculpó con los agentes de policía que defendieron el Capitolio y los legisladores que huyeron aterrorizados, señaló un despacho de la agencia AP.
“No soy un fanático político. Infligir daño o cambiar los resultados de las elecciones no era mi objetivo”, aseguró Tarrío, y añadió: “Por favor, tengan piedad. Les pido que no me quiten mis 40 años”.
El juez Kelly, quien fue designado para el cargo por Trump, afirmó que Tarrío no había mostrado previamente ningún remordimiento público por sus actos, los cuales resultaron en que “200 hombres, preparados para la batalla, rodearan el Capitolio”.
El magistrado sostuvo que era necesario un castigo severo para disuadir violencias políticas en el futuro.
“No puede volver a suceder. No puede volver a suceder”, repitió.
Tarrío fue declarado en mayo pasado culpable de conspiración sediciosa y otros delitos, al término de un juicio que se extendió por más de tres meses en un tribunal federal de Washington DC, y que incluyó a otros cuatro miembros de Proud Boys por orquestar un complot para obstruir la transferencia pacífica del poder presidencial tras los comicios de 2020.
El jurado encontró culpables también de los mismos cargos a tres de los lugartenientes del grupo extremista: Ethan Nordean, Joseph Biggs y Zachary Rehl, sentenciados posteriormente por el juez Kelly a penas de 18, 17 y 15 años de prisión, respectivamente.
Dominic Pezzola fue el único acusado absuelto del cargo de conspiración sediciosa y recibió una condena de 10 años de cárcel.
Por los mismos hechos, pero en un caso separado, Stewart Rhodes, fundador de Oath Keepers fue condenado a 18 años de prisión por conspiración sediciosa. Otros miembros de su grupo de milicias antigubernamentales recibieron penas más leves que las solicitadas por los fiscales.
En agosto, el Departamento de Justicia de Estados Unidos solicitó una pena de 33 años de prisión para Tarrío, señalándolo como el cabecilla del complot que pretendía anular la victoria electoral del demócrata Joe Biden sobre Trump.
Enrique Tarrío nació en Miami en 1984, en el seno una familia de Matanzas que emigró a Estados Unidos.
Previo a formar parte de los Proud Boys, el cubanoamericano tenía en su récord dos causas delictivas: en 2014 un tribunal federal lo halló culpable y sancionó a 30 meses por estar implicado en un plan de reventa de dispositivos médicos robados; y en 2003, recibió una sentencia de libertad condicional por el robo de una motocicleta.
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