El cubanoamericano Enrique Tarrio, líder del grupo de extrema derecha Proud Boys que jugó un papel decisivo en el asalto al Capitolio de Estados Unidos, se sentará en el banquillo de los acusados este lunes junto a otros destacados miembros de la organización.
Acusado de los presuntos delitos de confabulación para cometer sedición, obstruir un procedimiento oficial y otros delitos relacionados, Tarrio (39 años) se enfrenta a la justicia que investiga los planes de la organización que lidera y el papel que jugaron antes y durante los disturbios que rodearon al Capitolio para impedir el traspaso de poder de Donald Trump a Joe Biden.
Las autoridades federales sostienen que el líder del grupo nacionalista blanco con sede en Miami y sus colegas crearon un Ministerio de Autodefensa e intercambiaron cientos de mensajes de texto cifrados sobre su plan “1776 Returns” para “irrumpir en el Capitolio” y dar la bienvenida al nuevo año con una “revolución”, según El Nuevo Herald.
El juicio coincide con la reunión este lunes de la Comisión de la Cámara de Representantes que debatirá su reporte final sobre la insurrección del 6 de enero.Más que sus acciones, la corte analizará las palabras de los Proud Boys en busca de “intenciones” de usar la “fuerza” en un esfuerzo concertado para detener la sustitución de Trump por Biden en la Casa Blanca, una conclusión clave para condenarlos por sedición.
“El señor Tarrio y sus cómplices llevaron a cabo un crimen que golpeó el corazón de nuestra democracia”, dijo el fiscal Jason McCullough durante la audiencia de detención de Tarrio en el tribunal federal de Miami tras su arresto el pasado mes de marzo, calificando la insurrección como un “delito de terrorismo”.
El abogado defensor de Tarrio en Miami, Nayib Hassan, declinó hacer comentarios sobre las acusaciones contra el expresidente de los Proud Boys. “El señor Tarrio está deseando que empiece el juicio”, manifestó al citado medio “Estamos deseando hacer nuestra presentación de la evidencia y absolver al señor Tarrio de las acusaciones del gobierno”.
“En ningún momento el señor Tarrio dio instrucciones a alguien para que entrara en el edificio del Capitolio”, señaló Hassan durante la audiencia de detención de su cliente en marzo pasado, afirmando que no estaba presente en el Capitolio el día de la insurrección.
Sin embargo, no es necesario que los fiscales demuestren que los Proud Boys realmente usaron la fuerza ese día, tan solo que sus amenazas verbales incitaron a la violencia en el Capitolio.
“El problema que tiene es que, aun cuando quizá no estuviera presente el 6 de enero, si está en la conspiración no necesita estar presente en todos los actos”, dijo al citado medio Joseph DeMaria, abogado defensor que trabajó en el Grupo de Trabajo contra la Delincuencia Organizada del Departamento de Justicia en Miami.
Por su parte, expertos jurídicos afirman que el juicio de seis semanas, que comienza este lunes con la selección del jurado, se reducirá a las palabras de los Proud Boys, su significado y las posibles consecuencias.
“La defensa dirá que no usaron la fuerza, que se trató de una defensa y una protesta” protegidas por la Primera Enmienda de la Constitución, dijo el abogado defensor miamense David Weinstein, ex jefe de la sección de Seguridad Nacional de la Fiscalía Federal en el sur de la Florida, quien no participa en el caso de los Proud Boys.
No parece compartir esa interpretación el juez de distrito Timothy J. Kelly, que preside el juicio y denegó dos peticiones de la defensa de los Proud Boys para desestimar el caso, basándose en argumentos de la Primera Enmienda sobre la libertad de expresión, subrayando la evidencia de la acusación sobre los cargos de conspiración sediciosa y obstrucción.
La fiscalía, por su parte, se centrará en el resultado de las palabras amenazadoras de los Proud Boys que, según ellos, condujeron a la destrucción de propiedad gubernamental en el edificio del Capitolio y a la muerte de siete personas.
Los fiscales destacarán que “sus acciones amplificaron las palabras que estaban pronunciando” en mensajes de texto encriptados. Además, mostrarán a los miembros del jurado fotos y videos de la violencia entre los alborotadores y las fuerzas del orden el 6 de enero.
Aunque Tarrio no estuviera en el Capitolio el día de la insurrección (estaba en un hotel de Baltimore), no evita ser considerando uno de los líderes de la confabulación para atacar el edificio, según expertos jurídicos.
“La acusación refleja su acuerdo de unirse a una confabulación, especialmente en diciembre [de 2020], cuando creó el nuevo capítulo de los Proud Boys llamado Ministerio de Autodefensa (MOSD, por sus siglas en inglés) y convocó a unirse a nuevos miembros”, dijo DeMaria.
“A finales de diciembre estaba hablando de que el MOSD haría un viaje a Washington DC para el 6 de enero. Describió lo que suena como una estructura militar organizada. Los mensajes hablan de ocupar el edificio del Capitolio. Dijo que sería una operación completamente diferente, no una marcha nocturna para demostrar fuerza", añadió.
Tarrio podría alegar que se “retiró de la conspiración” pero, para ello tendría que subir al estrado de los testigos, abandonar a los Proud Boys y “volverse contra su propio movimiento”, según DeMaria. Sin embargo, su abogado se negó a decir si Enrique Tarrio testificará en el juicio.
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