El mejor abridor cubano en Grandes Ligas a día de hoy, Néstor Cortés, ha repasado su carrera deportiva en una entrevista concedida a MLB.com donde hizo referencia al escepticismo en torno a sus posibilidades de mantenerse en la estelaridad desde el montículo.
“Lo leo todos los días en Twitter”, dijo. “La gente piensa que no soy de verdad. Piensa que esto podría terminar pronto, y es posible. No digo que sea para siempre. Acepté el hecho de que mis primeros tres años no fueron buenos y le di vuelta a la página. Espero que la gente haga lo mismo”.
Tras un sólido 2021 y una campaña 2022 que lo llevó al Juego de Estrellas, el oriundo de Surgidero de Batabanó suma tres buenas aperturas en la joven campaña (2-0, 2.60 PCL, 1.04 WHIP) que corroboran -si es que hacía falta- el nuevo rumbo de una carrera ligamayorista que comenzó de muy mala manera.
“Pasando por las Ligas Menores -recordó-, estaba lanzando 87-88 millas por hora. Yo no era muy alto. No tenía lanzamientos dominantes, por lo que no me veían como un prospecto de alto nivel. En el mejor de los casos, creo que se pensó que sería un relevista largo o un quinto abridor. Por eso digo que nunca debí haber estado aquí. Obviamente, ahora la marea ha cambiado”.
Después de referirse al trabajo realizado con las pesas para incrementar su velocidad, el zurdo agradeció la ayuda de “todos los muchachos de los Yankees”, admitió que “no tener éxito me permitió recordarme a mí mismo que estoy aquí con un propósito”, y confesó que constantemente se siente “feliz de estar aquí”.
En otro momento de la charla, Cortés aseguró que sus mejores experiencias en el béisbol han sido intervenir en el Juego de Estrellas y ganar un juego de playoffs (versus los Guardianes en la Serie Divisional de la Liga Americana el año pasado).
Acerca del All-Star Game, refirió que “nunca hubiera creído que participaría en uno”. Mientras, sobre el triunfo en postemporada sostuvo que tal “es el pedigrí ganador que uno desea crear” para que el equipo “pueda pensar que tiene una oportunidad cada vez que estoy en el box”.
A esas alturas, el periodista lo emparentó con la palabra “perseverancia”, y el cubano analizó que nunca se ha desanimado porque “el béisbol es lo único que sé hacer”, agregando que lo juega desde los cuatro años y carece de un título universitario.
“No soy especialista en nada más. Si el béisbol hubiera terminado para mí, tendría que trabajar regularmente de 9 a 5 porque no tengo nada más a lo que recurrir. Me dije a mí mismo que iba a aguantar esto hasta que me quitaran la camiseta de la espalda”.
Finalmente, señaló: “Cada vez que salgo trato de lanzar lo mejor posible. Hago lo que puedo hacer. Con suerte, la gente comenzará a darme más crédito por ello”.
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