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La tasa de inflación en Estados Unidos siguió disminuyendo en marzo por noveno mes consecutivo y se colocó en un 5%, según la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS).
Esta caída se debió en gran parte a la disminución de los precios de bienes como la gasolina, los automóviles usados y los muebles, que se dispararon hace un año después de la invasión rusa de Ucrania.
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Aunque está por debajo del histórico 9% de junio de 2022, sigue estando muy por encima del objetivo del 2% de la Reserva Federal, advirtieron a través de un informe.
Es así como los consumidores seguirán enfrentándose a los altos precios de los alimentos, las rentas y los bienes raíces, entre otros.
En términos mensuales, los precios de consumo subieron una décima. Los aumentos de precios en el vasto sector de servicios de la economía mantienen alta la inflación subyacente, al menos por ahora.
Se espera que esa tendencia lleve a la Reserva Federal (Fed) a elevar su tasa de interés de referencia por décima vez consecutiva, cuando se reúna en mayo.
En el reporte de marzo, el índice de vivienda fue el que más contribuyó al aumento mensual de todos los artículos. El índice de alimentos se mantuvo sin cambios en marzo.
La inflación subyacente, que mide la subida de los precios de consumo menos los de los alimentos y la energía, subió cuatro décimas en marzo y situó su tasa interanual en el 5.6 %.
Los datos de la inflación se conocen en un momento clave en el que se analiza de cerca si las constantes subidas de tipos de interés llevadas a cabo por la Fed están teniendo el deseado efecto de contención de los precios.
El regulador anunció la novena subida consecutiva de los tipos de interés el 22 de marzo, elevándolos a una horquilla de entre el 4.75 % y el 5 %.
La Fed decidió ser prudente en plena crisis bancaria causada por el colapso de dos bancos en Estados Unidos, una situación que por el momento las autoridades han logrado contener.
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