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Pasada una semana desde las elecciones a diputados de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), los cubanos vuelven a tener noticias de la Unión Eléctrica (UNE), y no precisamente para informarles de la resolución de sus problemas, sino del regreso de los apagones.
La empresa estatal que monopoliza el servicio eléctrico del país anunció este domingo afectaciones en el horario pico por déficit de capacidad de generación de 230 megawatts (MW).
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“Se estima para la hora pico una disponibilidad de 2,460 MW y una demanda máxima de 2,620 MW, para un déficit de 160 MW, por lo que de mantenerse las condiciones previstas se pronostica una afectación de 230 MW en este horario”, señaló la UNE en sus redes sociales.
Aún con las principales centrales termoeléctricas fuera de servicio (Felton, Renté y "Antonio Guiteras"), el pasado domingo la UNE pronosticó una disponibilidad de 2,920 MW para la noche electoral.
La diferencia entre la disponibilidad del domingo pasado con la de este (casi 500 MW), no se menciona en la nota informativa de la UNE, que vuelve con su letanía de mantenimientos y averías, sin aportar una explicación detallada y coherente que permita comprender por qué el sistema electroenergético nacional (SEN) es capaz de unos valores de generación tan dispares contando con la misma infraestructura y similar capacidad de generación.
Lo que para unos no encuentra explicación en base a la información proporcionada por la UNE, para muchos no fue más que una decisión estratégica del régimen cubano de aumentar la generación de energía eléctrica para garantizar el voto de la población.
Este domingo, según la UNE “se estima que en el horario diurno no ocurran afectaciones al servicio por déficit de capacidad de generación”. Pero en la noche y en el horario pico será otro el panorama, nuevamente oscuro.
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