La Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood ha recordado a la cineasta cubana Sara Gómez Yera en el contexto del Mes de la Historia Afroamericana y de la Historia de la Mujer en Estados Unidos.
Sara Gómez fue guionista, cineasta, música y periodista, socióloga de la imaginación, afrodescendiente, mujer y madre; "fue muchas cosas y también lo fue su cine, con el que quiso dar visibilidad a quienes nunca la habían tenido", señaló el artículo dedicado a la cineasta.
"En blanco y negro, la cineasta abordó la discriminación racial, la exclusión y sus consecuencias para las familias, el sexismo y los programas sociales destinados a mejorar la vida y la dignidad del pueblo cubano", refirió el texto.
Gómez supo abordar en sus filmes temas como la cultura negra, el folklore, la música, las mujeres, la educación, los sujetos marginados y la esclavitud, uno de los más recurrentes en su obra.
A pesar de ser mujer y negra, según abordó el homenaje, ello no constituyó un obstáculo para su entrada en el mundo del cine y se convirtió en la primera mujer directora del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) y la primera en dirigir un largometraje, el documental de ficción De cierta manera (1974).
Por la recurrencia de sus temas, su cine fue catalogado en el texto como "deliberadamente inquisitivo".
En La Otra Isla (1968) se adentra en el racismo; en Una Isla Para Miguel (1968) se enfoca en la población de los barrios marginales, para estudiar su inserción en el proceso social. En otros, como Sobre Horas Extras y Trabajo Voluntario (1973) aludió a los cambios en la sociedad tras 1959 y los problemas en la construcción del socialismo.
Por desgracia, De cierta manera fue su primer y último largometraje pues la directora falleció poco antes de finalizar el rodaje, a los 31 años, a consecuencia de una insuficiencia respiratoria provocada por uno de sus frecuentes ataques de asma.
La película fue terminada por Tomás Gutiérrez Alea y Julio García Espinosa.
Su prematura muerte privó al cine cubano de una gran cineasta que, a pesar de su corta vida, ya dejó una huella imborrable con su obra. Con su cine apasionado y comprometido, logró trascender como artista y con su carisma lo hizo como persona.
Sara Gómez fue la única mujer que consiguió dirigir un largometraje de ficción en Cuba durante los primeros 40 años del ICAIC.
Hace unos años fue homenajeada por la investigadora Olga García Yero en el libro Sara Gómez un cine diferente, que constituye un aporte al estudio de la obra de una de las figuras femeninas de mayor alcance y relevancia en el contexto del cine cubano y latinoamericano.
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