La Unión Eléctrica de Cuba (UNE) achacó a un “incendio forestal” el masivo apagón que nuevamente dejó sin suministro eléctrico a más de media Cuba, desde Matanzas hasta Guantánamo, en lo que constituye la tercera caída del sistema en la última semana.
La avería en las líneas de 220 kV que unen Matanzas - Santa Clara, y Matanzas - Cienfuegos, fue provocada por un “incendio forestal”, según reveló en la Televisión Cubana Lázaro Guerra Hernández, director técnico de la UNE, sin ofrecer detalles del siniestro, su ubicación, extensión e impacto sobre el Sistema Eléctrico Nacional (SEN).
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En sus declaraciones, el directivo confirmó que la interrupción del servicio eléctrico se produjo desde la provincia de Matanzas hasta el extremo oriental de Cuba; y no desde Cienfuegos, como se había informado previamente.
“Por un incendio forestal en la zona se abrieron esas dos líneas y se dividió el sistema, quedando vivo solo el sistema de la zona occidental, y desde Matanzas hasta Guantánamo quedó sin servicio eléctrico”, explicó el directivo.
El servicio quedó interrumpido a las 12:32 a.m. y -según la versión oficial-, el SEN se restableció pasadas las 4:13 p.m. “No quiere decir que todos los consumidores tuvieran servicio eléctrico. Había un déficit importante todavía y no había capacidad de generación para cubrir la demanda”, indicó Guerra Hernández.
No obstante, “a las 5:24 pm ocurrió otro 'evento' similar, pero en las líneas que van entre las subestaciones de Vicente y Nuevitas, un poco más al este del primer evento, volviendo a dejar sin servicio eléctrico desde Ciego de Ávila hasta Guantánamo”, añadió.
Este segundo evento, otro “incendio forestal” según el directivo, se mantuvo activo hasta pasadas las ocho de la noche. “Al final va a haber un déficit en la capacidad de generación, que se mantendrá hasta la madrugada del miércoles”, admitió.
El tercer colapso del SEN en una semana movilizó al comandante Ramiro Valdés, al ministro de Energía y Minas, Vicente Antonio de la O Levy, y al director general de la Unión Eléctrica, Alfredo López Valdés, así como otros “cuadros y funcionarios del MINEM y de la UNE”, que se personaron en las oficinas del Despacho Nacional de Carga.
“Con el [segundo] evento se produjo la caída del sistema eléctrico desde Ciego de Ávila hasta Guantánamo. Se trabaja en el restablecimiento de la avería. Se investigan las causas y se informará oportunamente”, precisó la UNE en sus redes sociales.
Los dos "incendios forestales" de este martes volvieron a dejar a más de media Cuba sin fluido eléctrico estable durante más de 12 horas. Se trata del tercer apagón masivo en la última semana, luego del "incendio de un cañaveral" que provocó la "ionización del aire" y la caída del SEN el martes pasado, seguido por el "error humano" que dejó sin luz a millones de cubanos el sábado.
Indignación entre los usuarios
Las vacilantes explicaciones de Guerra Hernández y el desconcierto del alto mando que se desplazó hasta las oficinas del Despacho Nacional de Carga dejan ver el nerviosismo que recorre a unas autoridades cuya palabra tiene menos credibilidad cada día que pasa por parte de la ciudadanía.
"Vamos a tener que hablar con los compañeros incendiarios para ver si la próxima fogata la hacen en Pinar del Río. ¡Qué casualidad que siempre es de Ciego a Guantánamo! Por favor, no mientan más", pidió un internauta en los comentarios a la publicación de la UNE.
"Sencillo: todas las termoeléctricas turcas en la Habana y en Centro-Oriente solo sirve ahora mismo la Termoeléctrica de Nuevitas. Lo demás es un chorro indigerible de justificaciones que se contradicen unas con otras", opinó otro.
"Si la causa fue un incendio, pues no vamos a tener corriente en unos cuantos años, porque este país está en candela", concluyó uno de los muchos comentaristas que expresaron su indignación y malestar.
Estas masivas desconexiones hacen recordar el inédito apagón total de fines de septiembre pasado, a causa del colapso del SEN, que condujo a que hubiera cero generación eléctrica en Cuba y provocó una oleada de protestas, principalmente en La Habana, donde los cubanos salieron a las calles a exigir el restablecimiento del servicio.
De momento La Habana parece librarse de las calamidades y errores que han dejado a oscuras al centro y región oriental de Cuba. La crisis del SEN parece adentrarse en una fase aún más aguda y deja desnudo al gobernante Miguel Díaz-Canel, que a finales de agosto, hacía pública la estrategia de su gobierno para estabilizar y mejorar la situación.
Sus principales objetivos eran “minimizar los apagones antes de que finalice el año”, “desarrollar inversiones y mantenimientos en el 2023 para lograr estabilidad” y “cambiar la matriz energética del país”; y para ello destituyó al ministro de Energía y Minas, Liván Arronte Cruz, y al director de la UNE, Jorge Cepero Hernández.
Sin embargo, los cambios y nombramientos de la “continuidad” siguen arrojando los mismos resultados que sus promesas de mejoría: ninguno.
Después de un año con una situación extremadamente crítica en el sistema electroenergético nacional (SEN), las autoridades cubanas prometieron que en 2023 mejoraría el panorama y disminuirían los frecuentes y prolongados apagones que provocaron malestar y protestas en el país.
A comienzos de año, el gobierno anunció que los cortes de electricidad volverían a partir de febrero debido a la necesidad de realizar obras de mantenimiento en las centrales termoeléctricas. Terminando febrero, el SEN se tambalea y, más que mejorar, parece que empeorar es posible.
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