El apagón de media Cuba confirmó la endeblez energética y reveló que el gobierno apuesta por alquilar y renovar grupos electrógenos; en vez de construir nuevas y modernizar las viejas termoeléctricas, columna vertebral del Sistema Electroenergético Nacional (SEN).
La solución Díaz-Canel, ingeniero eléctrico y doctor en Ciencias Técnicas, repite la estrategia de Fidel Castro en su revolución energética; es decir, pan eléctrico para hoy y apagones para mañana; sabiendo ambos que, cuando los grupos electrógenos no den más, ya no gobernarán.
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El criterio seguido; aparte de ser uno de los peores ejemplos de continuismo, obedece al miedo del gobierno a que estalle otro 11J; pero en su estrategia política yerra, al mantener buena parte de la industria y los servicios apagados, en favor del sector residencial.
Los grupos electrógenos flotantes alquilados a Turquía cuestan un dineral, los agrupados en una central y los situados en sitios como hospitales, unidades militares e industrias importantes están siendo renovados con motores comprados a Rusia, pero ambos solo aplazarán temporalmente el callejón sin salida en que el comunismo metió al SEN.
La industria eléctrica necesitaría renovar su viejo parque de termoeléctricas, que es mentira que hayan agotado su vida útil; como pregona la prensa pagada por el partido comunista, la clave está en darles el mantenimiento adecuado y establecido en las normas de explotación y generar dinero para construir dos nuevas.
Cuba no crea riqueza, la dictadura resiste con parches temporales y jineteando a los cubanos y a la solidaria emigración; pero ocasionando distorsiones y retrocesos mayores, que provocan descontento e ira continuos contra la casta verde oliva y enguayaberada; desprestigiada interna e internacionalmente.
Habría que calcular cuántas horas-trabajo pierden anualmente la industria y los servicios cubanos por falta de fluido eléctrico y valorar el efecto de los apagones sobre la psique cubana; machacada por la represión, la escasez e incertidumbre.
Un vistazo a los partes de la Unión Nacional Eléctrica (UNE) revela a un redactor poseído por los espíritus de Ramón Grau San Martín y Cantinflas. Por ejemplo, "En la generación distribuida, están indisponibles por avería 859 MW y en mantenimiento 425 MW".
Centrales en la generación distribuida es la fórmula comunicacional del gobierno para no decir que son grupos electrógenos, ¿si tan convencido está que ejecuta una política energética adecuada, porqué embaraja ese dato a los cubanos?
Una central distribuida está formada por baterías de grupos electrógenos y el resto son unidades individuales instaladas en hospitales, unidades militares, sedes del partido comunista, hoteles y panaderías; entre otros.
Mentir y oscurecer la vida y la información resulta fácil; el problema está cuando la realidad, empecinada verdad, deja al desnudo a la dictadura más vieja de Occidente; profundamente anticubana y mercenaria.
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