El poeta chileno Pablo Neruda murió envenenado, según afirma un informe pericial encargado por la familia que concluye que el Premio Nobel falleció por medio de la bacteria del botulismo inyectada en su cuerpo.
Así lo aseguró la víspera Rodolfo Reyes, sobrino de Neruda, quien adelantó algunos detalles de los resultados de las pruebas periciales realizadas por el panel de expertos internacionales que analizó los restos del poeta. El informe se hará público este miércoles una vez sea entregado a la jueza Paola Plaza.
El panel internacional de expertos, compuesto por científicos de Canadá, México, El Salvador, Dinamarca, Reino Unido, Estados Unidos, Alemania, Canadá y Chile, analizó la bacteria Clostridium botulinum, encontrada en su cuerpo en 2017, y determinó que su origen era endógeno. “Estaba en su cuerpo en el momento de la muerte”, explicó el sobrino.
Adelantada por Reyes a la agencia EFE, la conclusión de los peritos podría confirmar la hipótesis que animó la querella del Partido Comunista de Chile, según la cual la sustancia “fue inyectada como un arma biológica”; o lo que es lo mismo, que murió envenenado.
“Lo puedo decir porque conozco los informes. Lo digo yo, como abogado y sobrino, con mucha responsabilidad, porque la jueza no lo puede señalar todavía, pues ella tiene que tener toda la información”, aseguró Reyes a El País.
Según el sobrino, este era el resultado que esperaba la familia y todos los que creen que la muerte del bardo comunista, ocurrida 12 días después del golpe de Estado contra Salvador Allende, no fue motivada por el cáncer de próstata con metástasis que padecía y que aparece como causa oficial de su fallecimiento.
“Esto es lo que estábamos esperando, porque el panel de 2017 ya había encontrado Clostridium botulinum. Pero no se sabía si era endógeno o exógeno. O sea, si era interno o externo. Y ahora se comprobó que era endógeno y que fue inyectado o colocado”, indicó Reyes.
Neruda murió el 23 de septiembre de 1973 en la clínica Santa María de Santiago. La versión oficial sobre su deceso se mantuvo durante 40 años hasta que su exchófer, Manuel Araya, señaló que fue envenenado. Su testimonio que la base de la querella que presentó el Partido Comunista de Chile y que abrió paso a una investigación de más de 10 años, en la que han participado tres paneles de expertos.
El primero se reunió en 2013 y confirmó que su muerte fue por el cáncer de próstata con metástasis que padecía desde 1969. El segundo grupo fue el que encontró la bacteria en un molar del poeta. El último grupo de especialistas es el que ha estado dedicado desde fines de enero a determinar si el origen de esa sustancia era endógeno o exógeno.
Por el año en que falleció el poeta, su caso se encuentra bajo el antiguo sistema de justicia chileno que mantiene bajo secreto de sumario su expediente, al igual que los de cientos de casos de violaciones de los derechos humanos durante la dictadura de Augusto Pinochet que aún se investigan.
Esa condición de reserva es la razón por la que los peritos no han podido dar declaraciones hasta ahora sobre los resultados de sus análisis. Aunque sus conclusiones no son vinculantes para la jueza, en marzo esta deberá evaluar las pruebas científicas y determinar judicialmente si hubo o no intervención de terceros.
“A ti te hiere aquel que quiso hacerme daño, / y el golpe del veneno contra mí dirigido / como por una red pasa entre mis trabajos / y en ti deja una mancha de óxido y desvelo”, dijo el poeta en su Soneto LX.
La dilucidación del caso podrá confirmar, o no, las tesis de la familia y los comunistas chilenos, justo en el año que se celebra medio siglo de la desaparición física de un hombre controvertido, cuyo legado se ensombrece con el tiempo y decae el fervor que despertaba, gracias a la revisión de la vida y obra del autor, que ha ensombrecido su imagen, según El País.
El lente feminista de estos tiempos puso en el punto de mira una violación que el autor confesó en su libro póstumo de memorias; el abandono en el que tuvo a su hija Malva Marina, nacida con hidrocefalia, y la revisión de poemas como el que empieza “Me gusta cuando callas porque estás como ausente”.
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