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El primer ministro de Cuba, Manuel Marrero Cruz, recorrió comunidades rurales de Gibara, Holguín, para tomar contacto con la población del municipio y conocer sus necesidades de primera mano.
“Ayer estuvimos en varias comunidades distantes de la cabecera del municipio Gibara, donde atentamente escuchamos cada uno de los planteamientos de la población. Es un compromiso para nosotros trabajar juntos en la búsqueda de soluciones”, indicó este miércoles en un tuit el candidato a diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP).
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El dirigente, de 59 años y holguinero de nacimiento, se desplazó hasta varias comunidades de Gibara acompañado de la otra candidata a la ANPP por ese municipio, Sonia Adelaida Chacón Fernández.
“Nosotros vamos a estar luchando y ver en qué podemos ayudar, qué podemos resolver, en qué podemos avanzar, para lo cual también llamamos a la necesidad de unirnos todos en la búsqueda de soluciones”, dijo Marrero Cruz en declaraciones a Radio Rebelde.
Los Alfonsitos, el Polo Productivo Arroyo Seco, Cuatro Caminos y los repartos La Resbalosa y La Galera fueron las comunidades visitadas por los candidatos a diputados por Gibara, en compañía del gobernador provincial Julio César Estupiñán Rodríguez y las máximas autoridades partidistas y gubernamentales del municipio.
El también miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba se mostró cercano a los pobladores y se codeó con vecinos, estudiantes y trabajadores de la zona. Incluso, visitó el interior de los bohíos de algunos campesinos, algo que los fotógrafos aprovecharon para captar la “empatía” y “cercanía” del dirigente.
Sin embargo, las imágenes de Marrero confraternizando con sus electores no pasaron desapercibidas para los internautas cubanos, que notaron el llamativo contraste entre la figura del dirigente y los locales.
Bien vestido, bien calzado y excesivamente bien alimentado, la apariencia de Marrero destacó rodeado de pobladores que viven en la pobreza, con harapientas ropas de trabajo, algunos descalzos o con botas en malas condiciones, y todos con las huellas del hambre y la miseria en sus cuerpos y rostros.
“Lo que esté al alcance de nosotros, los vamos a ayudar y vamos a representar muy dignamente como se merece nuestro pueblo en la Asamblea Nacional. Confíen en nosotros, que entre todos podemos lograr muchas cosas buenas”, les dijo Chacón Fernández.
A mediados de agosto de 2021, en plena crisis del coronavirus en Cuba, el primer ministro aseguró que los cienfuegueros se quejaban más por el maltrato y la dejadez de los médicos que por la falta de medicamentos y recursos para ofrecer los servicios sanitarios.
La “empatía” de Marrero quedó en evidencia al restar importancia a las carencias que sufrían los trabajadores de la salud para poder ofrecer correctamente sus servicios, y cargar contra ellos por sus “indisciplinas”, el “maltrato y la “dejadez”.
Algo parecido quedó retratado en la visita a las comunidades rurales de Gibara. El dirigente, propietario de una mansión en el exclusivo barrio de Siboney en La Habana, lució anacrónico y sudoroso en medio de la pobreza de los hogares humildes y su cutis sonrosado contrastó con el rostro macilento y surcado de arrugas de los guajiros de la zona.
“Espero que este pobre anciano te haya pedido un piso decente para su bohío y un par de confortables zapatos como los tuyos, fabricados en el capitalismo”, comentó el usuario de Twitter identificado como Taoro.
“¡Ni pan, ni sal, ni azúcar pueden garantizar en abundancia y así hablan de buscar soluciones! ¡Qué vergüenza!”, comentó otra tuitera. “No comprendo cómo no se les cae la cara, ¡qué vergüenza! Qué pena siento por Cuba, en manos de inútiles como usted, vividores sin escrúpulos”, añadió una tercera.
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